Reclaman desde UPL al ayuntamiento, que con una antigüedad de siete años, que se corresponde con el mandato del actual alcalde, se informe con detalle lo que ha costado a los ciudadanos, el mantener cerrado el edificio del antiguo banco de España. Considerando de justicia que quien gestiona las cuentas ofrezca detalle a sus titulares, que son todos los zamoranos.
Las cifras de dónde, y cómo se ha empleado la totalidad de lo destinado para rehabilitación del cuartel de policía y archivo, es lo que reclaman conocer los leonesistas, para que los zamoranos valoren tan nefasta gestión. Recordamos, que si bien la herencia de una descomunal renta provino de sus antecesores, la reacción para gestionar una rebaja importante, que reduce a 28.812 €el pago anual ha sido tardía, demorándose siete años y no supuestamente la mejor, puesto que en menor medida se seguirá pagando por un edificio que, en Salamanca se cedido gratuitamente a la universidad. Cabe recordar la culpabilidad compartida de lo que nos cuesta el inmueble de la plaza de Cristo Rey, donde tuvo mucho que ver promoviendo un contrato con cara renta de 7500€ mensuales Clara San Damian, representante por entonces del gobierno y premiada posteriormente con la delegación de la Junta. No estando a la altura de otros políticos como fue Antolín Martin con el cuartel o Luis Rodríguez San León con la ciudad deportiva que lograron la cesión para la ciudad a coste cero.
Salta a la vista que el proyecto sigue paralizado, y resulta por los precedentes poco creíble que a medio plazo se convierta en sede de la policía municipal, pero lo que se desconoce reclamando los leonesistas que se haga público, es el total del coste económico del fracasado banco. Resultando una incógnita el detalle de lo abonado a las empresas por liquidación de unidades de obra ejecutadas, descontando incautaciones de fianzas y el montante recuperado de existir, tras reclamación obligada por abandono de obra.
Desde la foto con posado del señor alcalde en el mismo banco, que se remonta a agosto de 2016, se han sucedido muchas cosas en el inmueble, ninguna buena, que pretende una vez más queden veladas tras un nuevo contrato con Segipsa y subsanarse con otra nueva licitación, siempre aumentando sustancialmente lo presupuestado. Los zamoranos seguimos pagando y sin usar el inmueble.
