La tarde va cayendo sobre Zamora y las camisetas de colores se dejan ver por las calles de la ciudad. Son las últimas carreras hasta el local, los últimos preparativos, los primeros abrazos con aquellos que viven fuera y la iulusión de un nuevo San Pedro. Cae la tarde en Zamora y a la Plaza Mayor se acercan cada vez más peñistas, con ese color característico que les representará durante esta semana. Zamora está en fiestas y sólo falta ir a buscar a La Gobierna.
El reloj de la Plaza Mayor toca las 9 de la noche y tras los grupos de gigantes y cabezudos que son seña clara de San Pedro en Zamora, los peñistas ya montan algarabía por la felicidad de sus fiestas y caminan, hermanados, hacia el Puente de Piedra donde a lo lejos aparece La Gobierna acompañada por piragüistas zamoranas, esos que tantas alegrías traen a la ciudad.
Y entonces sucede, La Gobiernas asciende de su Duero al Puente de Piedra, el que tantos años coronó en una de sus torres, pero esta vez lo hace sólo durante unos instantes, los que tarde en llegar hasta el Ayuntamiento y allí, cerca de San Juan, desde las alturas, poder mirar a todos los zamoranos y guardar las llaves de la ciudad durante esos ocho días.
