Desde UGT critican la pasividad mostrada por la Junta de Castilla y León, con un "operativo del siglo XIX" y ante la negativa de declarar el nivel 3 de peligrosidad por un fuego desatado y que ha terminado por calcinar más de 30.000 hectáreas de terreno de alto valor ecológico en la Sierra de la Culebra.
Para el sindicato, haber declarado ese nivel 3 supondría "reconocer que hay un problema", lo que supondría además movilizar a más medios no sólo del propio país con más presencia del ejército desplegado, sino incluso de la vecina Portugal.
Desde el sindicato advierten que es necesario cambiar el actual plan de prevención y extinción de incendios para amoldarse a los 'fuegos de sexta generación': "Esto tiene que cambiar con un modelo de más de 20 años de antigüedad" y aseguran que la primera medida llega con el cese del consejero de Medio Ambiente, Suárez-Quiñones, por un nuevo consejero que flexibilice el sistema de prevención y extinción e incendios al tiempo que reconozca la categoría de bombero forestal.
Cifra en 200 millones de euros el coste de mantener el operativo activo todo el año, 10 menos de lo que costaron las labores de extinción en Navalacruz y Sierra de la Morena. El colectivo se mantendría los doce meses convirtiendo a los trabajadores fijos en discontinuos y variando sus intervenciones en invierno y en verano. Serían 100 millones menos que los empleados sólo en las labores de extinción de los incendios de Navalacruz -en agosto de 2021- y Sierra de la Culebra.
