La Feria del Ajo es un evento más que consolidado en Zamora. Una cita que remonta sus orígenes a mediados del siglo XIX, cuando se creó, por orden de la sesión municipal del 26 de junio de 1889, este evento del que ya se venía hablando mucho antes. Ahora solo quedan resquicios en la avenida de las Tres Cruces, pero en su nacimiento, esta feria se expandía por toda la ciudad.
Tenía un único objetivo, facilitar la compra-venta de productos agrícolas y ganaderos, y una fecha exacta, del 28 al 30 de junio. En la calle de Barborraz, se instalaba la feria de productos variados con aperos y productos agrícolas, y en la Plaza de Claudio Moyano y Viriato, los ajos y la cerámica. En Pinilla, había un mercado de bueyes, mientras que, en la explanada del antiguo matadero, junto a la Plaza de Toros, se vendía toda clase de ganado. Por último, en la Plaza Cuartel de Abajo, estaban los asnos grandes, destinados a sementales.
Un gran evento esperando por los zamoranos de la época y que se ha visto reducido a lo largo de los años. En 1930, se trasladó ya, como Feria del Ajo, a la Plaza de Cuartel Viejo, pero no fue hasta 1955, cuando llegó a su instalación definitiva, en la avenida de las Tres Cruces, donde se realizó por primera vez el 28 de junio hasta la actualidad.
Este año, este evento con gran historia, vuelve a celebrarse en la capital con 85 puestos, dos menos que el año pasado, cuando fueron ochenta y siete. Las localidades con una mayor presencia corresponden a El Maderal, con 13 productores, seguido de Fuentesaúco con doce y Zamora capital con once.
Dos siglos después, la Feria del Ajo continúa y abrirá sus puertas el 28 de junio a las 12:00 horas para clausurarse, al día siguiente, a las 13:00 horas, con la entrega de los premios de los concursos de montones y de ristras.