Los niños de la guardería Nuestra Señora de La Concha recrean la procesión de la Virgen de la Esperanza
Los niños de la guardería Nuestra Señora de La Concha escenificaron esta mañana la Cofradía de la Virgen de la Esperanza. Pequeños de muy pocos meses de edad, en sus sillitas, hasta una edad máxima de tres años, acompañados por sus padres y profesoras, mostraban por los alrededores de la guardería su ilusión por desfilar ante sus familias y acompañar a una réplica de la Virgen a la que en apenas unos días verán en todo su esplendor por las calles.
Abría el cortejo un pequeño barandales que tañía dos campanas que anunciaban el paso del peculiar cortejo. Ellos de con sus túnicas blancas y caperuces verdes, realizados con bolsas de plástico. Ellas de luto, con sus mantillas y sus peinetitas, de la mano de sus madres y profesoras, también de luto y con graciosas mantillas de plástico y peinetas de goma eva, acompañando al paso, portado por cuatro pequeños cargadores, que reproducía perfectamente a la imagen de la Virgen de la Esperanza, a la que le marcaba el paso un tambor.
Jesús lo dijo: "Dejad que los niños se acerquen a Mí". Ellos el futuro de la Semana Santa, y viven con la misma ilusión estos preparativos con la que los pequeños cofrades de verdad viven la procesión. Porque la Semana Santa es escuela de fe y de tradición y los niños aprenden a vivirla en sus casas y en las aulas y quienes presencian su paso por la calle y el trabajo de los profesores y responsables, lo hacen con cariño y respeto. El mismo cariño y respeto que se pone en todos los preparativos, en la confección de los pequeños hábitos. El cariño y respeto que ponían esta mañana los cuatro pequeños cargadores afanados en llevar a la Virgen sobre sus hombros como si fuera la misión más importante que les hubiesen encomendado en sus cortas vidas. Porque en Zamora los niños juegan a las procesiones y las viven desde muy pequeños y aprenden a rezar a sus imágenes.
Es el homenaje popular desde las aulas, desde la edad más temprana a la Semana Santa de Zamora, al patrimonio de devociones populares que dejaron asentados sus mayores y que pervive a través de los siglos. Ellos son el futuro y lo viven desde pequeños, aprenden a querer a las imágenes y a acompañarlas en un cortejo de pura ternura e ilusión. Equivocado está y poco conoce el sentimiento, la forma de vivir la Pasión esta tierra quien no lo vea y lo entienda así, quien no deje a los niños vivir desde la alegría y desde la inocencia de sus pocos años su particular Semana Santa en la escuela. No se le pueden poner puertas al aire, no se puede meter en un cesto el mar.
Esta mañana con sus pasitos cortos, su bendito desorden y sus caritas admiradas redactaban, aún sin saberlo, los primeros versículos de la biblia de sus sentimientos y vivencias, las que sientan las bases, las que nunca se olvidan. Ellos son la sementera de la Pasión.
Galería de la procesión de la Esperanza de los niños de la guardería Virgen de La Concha