jueves. 28.03.2024
animas crucero
animas crucero

En cualquiera de los casos la semana está marcada por el recuerdo de los que ya no están. 

Catrinas en Méjico, la Santa Compaña en Galicia, y en otros casos en el norte de Europa el Samhain antiguamente, se celebraba el Año Nuevo celta, que comenzaba a partir del 31 de octubre. Según la mitología, los difuntos tenían la oportunidad esa noche de reencontrarse con sus seres queridos y aún vivos, o quizá nada más que el respeto por nuestros queridos antepasados. 

En el mundo se celebra de muchas formas y las tradiciones son más que formas de honrar a los muertos, días de celebrar la vida.

Tenemos también la noche o noches de la otra Zamora, la de nuestros vecinos de nombre en Michoacán, donde los ritos en torno a la muerte son más coloridos, sobre todo en las regiones de Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Janitizio, Jarácuaro, Ihuatzio y Tzurumútaro.

Allí se celebra la vida y la muerte que llena en estos días de vida los hogares, panteones y calles, que rebosantes de altares, flores, comida y velas, manifiestan la riqueza tradicional de este estado mejicano. En la noche del primero de noviembre se colocan ofrendas en las tumbas de quienes materialmente ya no existen, para venerar lo que fueron. 

Los ritos se llevan a cabo según las costumbres de cada región, y aunque con algunas variantes sigue perdurando los fundamental: celebrar a los muertos, recordarlos y festejar con ellos una noche especial que se prolonga durante una semana de colores rojos, naranjas y amarillos sobre todo. 

En la Zamora de casa, de Castilla y León, tenemos una especial celebración también que preside Jesús de luz y vida, el de la procesión más joven de la capital del Duero. 

Por la noche la cofradía de las Ánimas reza entre las tumbas el Rosario de la luz con decenas de fieles que portan velas para iluminar el camino de un Cristo muerto que pasea entre las calles del Camposanto zamorano. En ese mismo día los militares homenajean como todos los años a sus compañeros fallecidos, en el cementerio de San Atilano, con un sencillo pero sentido homenaje a los que ya no están.

Los de Halloween celebran el truco o trato, los más pequeños llevan de caramelos sus bolsas al llamar a las puertas de los domicilios donde se abre para regalar chuches a los que asustan a los vecinos. 

En Galicia la Santa Compaña Procesión de las Ánimas, era y es como una procesión de almas en pena que vagaba por la ciudad durante la noche. Portaban en sus manos: una luz, una vela, un candil, o incluso un hueso encendido. A veces lo hacían en silencio, otras tañendo pequeñas campanas, hasta Germán Copini líder de la extinta banda Golpes Bajos dedicó una canción a está tradición. 

La opinión y la forma de verlo es de cada uno, la noche de celebración de vida o muerte deja claro que en todas las culturas aparece un espacio para que las vidas digan que también es importante su final

¿De los Santos o de Halloween?