En Zamora, las mujeres siguen enfrentándose a desigualdades claras en el ámbito laboral: salarios inferiores, menor representación en puestos de dirección y una asignación desigual de horas extras. CCOO y UGT denuncian que estas diferencias no solo reflejan discriminación, sino que son "un reflejo de un problema estructural más amplio que incluye la violencia machista".
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ambos sindicatos recuerdan que en lo que va de año 38 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, y que cada dos horas se produce en España una agresión sexual. Frente a esta realidad intolerable, CCOO y UGT se han concentrado esta mañana en la Plaza de Alemania y reafirman su compromiso de actuar en todos los ámbitos: prevenir, detectar y acompañar a las víctimas, exigir a los poderes públicos medidas efectivas de prevención y atención, y combatir los discursos negacionistas que ponen en riesgo los derechos de las mujeres.
En el ámbito laboral, desarrollan acciones concretas para avanzar hacia la igualdad: formación y sensibilización del activo sindical, negociación e implantación de protocolos de acoso sexual y acoso por razón de sexo, negociación de planes de igualdad y medidas de acción positiva, y la figura de agentes de igualdad en las empresas.
Además, colaboran con administraciones públicas y asociaciones de mujeres para erradicar todas las formas de violencia, asesorar a víctimas y mejorar la protección laboral y social de quienes sufren violencia machista.
En Zamora, aunque los protocolos de violencia por acoso sexual están incluidos en los planes de igualdad de las empresas, aún queda pendiente la implantación de planes específicos de violencia de género tal como exige la legislación para empresas con más de 50 trabajadores. Una vez firmados, los protocolos suelen cumplir con seguimiento y revisión periódica, aunque persisten desigualdades en retribución y representación femenina en cargos directivos.
Las dos organizaciones sindicales, a través de sus secretarios generales, Juan Escudero y Jesús Carretero, insisten en que la vigilancia y la acción sindical deben mantenerse tanto en las empresas como en la sociedad en general, para garantizar que ninguna mujer se sienta sola y que la tolerancia cero contra la violencia machista sea efectiva en todos los ámbitos.