Entablaban conversaciones con las víctimas, solicitaban entrar a sus casa para ir al baño y les robaban dinero y joyas; así operaba un grupo de mujeres que formaban parte de un clan familiar para aprovecharse de la vulnerabilidad de los ancianos. Eran los propios hombres de la familia los que desplazaban a las féminas de Zamora a distintas localidades para llevar a cabo los hurtos.
El pasado lunes, la detención tuvo lugar en la capital salmantina cuando la mujer, actuando en zonas frecuentadas por hombres mayores que paseaban solos, intentó replicar su estrategia habitual. La policía la ubicó en el Barrio del Oeste, comportándose de manera sospechosa al entrar y salir de portales, interactuando con ancianos como si los conociera de antemano.
La coincidencia de sus características con la descripción de una mujer denunciada semanas atrás por robar joyas y 450 euros en efectivo, llevó a su detención. Al momento de la misma, se incautaron 800 euros y diversas joyas que se presume son producto de sus actividades delictivas.
El 'modus operandi' de esta mujer implicaba ganarse la confianza de las víctimas ofreciéndose a ayudarles, como en el caso denunciado donde simuló asistir a la víctima con una bolsa de la compra. Una vez dentro del domicilio, bajo el pretexto de necesitar ir al baño, perpetraba los robos, permaneciendo unos diez minutos en el lugar.
La detenida cuenta con antecedentes por hechos similares en las provincias de Zamora, Valladolid y Salamanca. En sus acciones previas, lograba ganarse la confianza de personas mayores, solicitando entrar a sus hogares bajo diferentes pretextos, como la necesidad de utilizar el baño o beber un vaso de agua.