El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la pena y desestimado el recurso de apelación presentado por tentativa de homicidio en Zamora. La sentencia emitida este martes confirma la condena a un hombre zamorano a 9 años y cuatro meses de prisión. Además, deberá afrontar las costas de esta segunda instancia junto con los 10.000 euros de indemnización a la demandante por las lesiones sufridas, las secuelas que padece así como los daños morales ocasionados.
El tribunal autonómico ha subrayado que la sentencia es "totalmente acertada" ya que los hechos "revelan un evidente desprecio y a la que hace víctima de su furor en el curso de una nimia discusión y a la que se agrede brutalmente precisamente por el hecho de ser mujer".
El varón, que se encuentra en prisión provisional desde el 30 de septiembre de 2021, mantuvo una relación sentimental de pareja desde 2019 hasta septiembre de 2021 donde eran "frecuentes las discusiones entre ellos y que finalizaban en agresión". Un día en 2020, el hombre empujó a la denunciante "contra la pared, sin justificación alguna y sin que consten lesiones". Fue entonces cuando arrancaron las agresiones, a principios de 2021, "sin mediar discusión previa alguna, el acusado procedió a agarrarla fuertemente del cuello, apretándole. A raíz de estos hechos le instó a abandonar el domicilio".
Por último, el 29 de septiembre de 2021 el hombre regresó a la vivienda que compartían "con síntomas de haber bebido" arrancando en una disputa por "no haber cenado juntos". La situación fue empeorando hasta que él le pidió que "llamara a la Policía mientras la mataba" y comenzó a golpearle fuertemente dándole "puñetazos reiterados en la cabeza y tirándole con fuerza del pelo a la vez que le decía que la iba a matar". Posteriormente, se marchó a la cocina a por "un cuchillo" y ella aprovechó para escapar. Sin embargo, rápidamente volvió a tirarle "fuertemente del pelo hacia atrás cayendo al suelo y quedando así es una posición totalmente indefensa".
Dada la violencia de los golpes recibidos, la mujer "sangraba abundantemente, manchando de sangre el suelo del portal. Momento en que el acusado procede a ordenarle que se levante para trasladarle de nuevo al domicilio" y, como ella no podía, "la arrastró hasta el ascensor donde continuaron las patadas y golpes". Cuando logró escapar ya que el bajó a limpiar los restos de sangre, fue auxiliada por una de las vecinas del edificio que la encontraron "semidesnuda y totalmente cubierta de sangre". Como consecuencia, la mujer presentó lesiones consistentes en contusión frontal, en ambos arcos supraciliares, en oreja izquierda, en región malar izquierda, en labios con herida inciso-contusa en parte libre y mucosa del labio con erosión en encía superior y fractura nasal. Unas lesiones que precisaron más de una asistencia médica y dejándole como secuela una artrosis postraumática y hombro dolorido.
El acusado ya tenía denuncias por otros delitos de violencia de género y maltrato familiar y ejerció temor sobre la víctima que ni siquiera quiso pedir una orden de protección por temor a las consecuencias. Fue la Audiencia Provincial de Zamora la que dictó sentencia el 14 de julio condenando a este hombre por dos delitos de violencia físico en el ámbito familiar con una pena de prisión de 10 meses así como a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas por período de tres años y por igual período de tiempo de tres años el alejamiento con respecto a la víctima.
También por el delito de homicidio en grado de tentativa, se le condenó a cumplir una pena de 8 años y seis meses de prisión y el alejamiento por período de diez años con respecto a la víctima; medida que supondrá que no pueda acercarse a la misma ni
a su domicilio a una distancia inferior a tres kilómetros. Además, una vez cumpla con la condena interpuesta se le prohibirá residir en Zamora, ya sea capital o provincia.