El puente de piedra que cruza el río Duero sigue sin estar terminado, a pesar de que el plazo inicial venció el 17 de enero. Ante los retrasos, el Ayuntamiento concedió una prórroga hasta el 17 de febrero sin penalización, pero desde el 18 de febrero cada día de demora supone una multa de 667 euros. A día de hoy aún quedan trabajos pendientes, y la empresa constructora está a una semana de alcanzar la primera sanción mensual de 20.000 euros.
Uno de los principales elementos sin finalizar es la barandilla. Aunque la de piedra ya está colocada, todavía falta completarla y unirla con la barandilla de metal. Además, siguen pendientes las estructuras que se pretende instalar para simular la forma original del puente. En cuanto al suelo, aún hay zonas sin colocar piedra, además de los trabajos necesarios para conectar correctamente la calzada y la acera.

Las obras comenzaron en octubre de 2023 con un plazo de ejecución de ocho meses, pero han sufrido diversos contratiempos. Entre ellos, la caída de sillares al desmontar la antigua barandilla, lo que retrasó el avance de la construcción. A pesar de estas dificultades, algunos elementos, como las farolas, ya han sido instalados, mostrando ciertos avances en el proyecto.
Con el 18 de marzo cada vez más cerca, la constructora debe acelerar los trabajos si quiere evitar llegar a tales cifras. La incertidumbre sobre la fecha de finalización sigue creciendo, mientras el Ayuntamiento y los ciudadanos observan de cerca el desarrollo de esta obra clave para la ciudad, especialmente de cara a Semana Santa.