El Palomar de Carrascal en Zamora ¿un patrimonio olvidado tras su restauración?

A pesar de su restauración en 2021, el Palomar de Carrascal no ha logrado convertirse en un atractivo turístico ni en un referente cultural para la ciudad
Palomar de Carrascal
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El Palomar de Carrascal, restaurado en 2021 gracias a una inversión de la Junta de Castilla y León, ha sido uno de los últimos esfuerzos por conservar el patrimonio arquitectónico tradicional de Zamora. Sin embargo, a pesar de su restauración, han pasado ya varios años y el cuidado de la estructura ha sido mínimo. Hoy, en 2025, el lugar sigue siendo desconocido para muchos de los zamoranos, y la falta de mantenimiento constante pone en peligro la conservación de este importante elemento cultural.

En su momento, la restauración fue recibida con optimismo, pero la falta de seguimiento tras la intervención ha provocado que el palomar vuelva a caer en el olvido. Pese a haber sido restaurado y revitalizado, el espacio no ha recibido la atención que se esperaba para asegurar su conservación y el interés por parte de los habitantes de la ciudad. El palomar, que antaño era un símbolo de la arquitectura rural, se ha convertido en un rincón desatendido que pocos recuerdan.

Antes de su restauración, el palomar estaba en un estado avanzado de deterioro, lo que motivó su inclusión en la Lista Roja de Patrimonio. Con la intervención, parecía que se le daría una nueva vida, pero tres años después, la realidad es que su condición comienza a deteriorarse nuevamente. Esto deja en evidencia que no basta con restaurar un monumento, sino que se necesita un compromiso constante por parte de las autoridades para su mantenimiento.

El Palomar de Carrascal podría ser un atractivo turístico y un punto de encuentro para los habitantes de Zamora si se gestionara adecuadamente. La restauración fue solo un primer paso, pero sin un cuidado continuo, corre el riesgo de perder su relevancia.

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