Durante meses los zamoranos que transitaban por los alrededores del Campus Viriato se preguntaban que tipo de negocio albergaría el edificio anexo al Hotel AC cuya moderna fachada rompía con todo el entorno.
El misterio se ha despejado y la antigua residencia de los Jesuitas, en la Avenida Príncipe de Asturias, ha cambiado de cara, pero no de función. Desde principios de mes, Zamora cuenta con un nuevo "aojamiento internacional" para estudiantes.
La idea surgió en 2018 durante un viaje a China y tras el proyecto hay dos caras conocidas para los zamoranos: Miguel Ángel Colino y Gabino Bobo, ambos con renombre en el sector de las harinas.
Colino, que ejerce de director de la residencia, desvela también el mensaje "futurista" de la fachada, que tiene detractores y defensores. "Queríamos trasmitir sensación de cambio", explica. La maestría del arquitecto Leocadio Peláez hizo el resto.
Cuenta Colino que en 2018, durante un viaje a China organizado por la Cámara de Comercio, los anfitriones sugirieron a sus invitados la idea de poner en marcha alojamientos para albergar a estudiantes de Ingeniería interesados en aprender el español. "China tiene muchos intereses económicos en Latinoamérica y le interesa que sus jóvenes hablan el idioma", explica Colino.
El plan quedó aparcado por la pandemia, pero se retomó con la compra al Hotel AC del edificio que durante años albergó la residencia de los Jesuitas, donde se alojaban los estudiantes procedentes del mundo rural cuando se trasladaban a la capital para estudiar la ESO.
Nació entonces la SL Actividades y Servicios Río Duero que forman Gabino Bobo y Coperblanc Zamorana para poner en marcha un alojamiento internacional principalmente para estudiantes con servicio de limpieza y arreglo de habitaciones, así como catering, estacionamiento, lavandería, piscina y gimnasio, instalaciones recreativas así como salas de conferencias y convenciones.
La residencia, con tres plantas, suma 70 habitaciones y aún no está terminada. La pandemia ha ralentizado los trabajos de reforma del edificio, pero ya residen allí una estudiante brasileña, dos tunecinos y otros tres jóvenes de Cáceres, León y Zamora, aunque la mayoría de los huéspedes son trabajadores de una empresa portuguesa que instala placas solares.
Miguel Ángel Colino, que de adolescente residió en el Colegio de Mayor de Alcalá de Henares, subraya que las instalaciones estudiantiles también contarán con una sala de informática y otra de coworking. Y es que la intención no se queda solo en alojar a los estudiantes. La idea es fomentar también el emprendimiento. "Es una pena que los jóvenes cuando acaban sus estudios solo quieran opositar o trabajar para una multinacional y no piensen en montar su propio negocio", remarca el director de la nueva residencia estudiantil.
Para ello, una vez que se rematen todos los trabajos, Colino avanza que se pondrán en contacto con empresarios de éxito para que acudan a Zamora a contar su experiencia personal. "Queremos que los estudiantes valoren la posibilidad de crear su propia empresa", recalca, no sin antes añadir que espera que la iniciativa ayude a "revitalizar" el Campus de Zamora.
El parón por el coronavirus les ha impedido lanzar la publicidad necesaria para atraer estudiantes del extranjero, pero Colino espera que en unos meses la situación sanitaria se normalice y puedan inaugurar las instalaciones.
Mientras, ejerce como director en una residencia en la que duerme, "los padres me lo pidieron porque les daba confianza", y asegura que "se siente rejuvenecido".
