Enclavado en el Monasterio del Corpus Christi, bajo la custodia de las Hermanas Clarisas Descalzas del Tránsito, se encuentra un tesoro cultural que remonta sus orígenes al lejano siglo XVII. Esta asombrosa exhibición, instalada por la destacada Agrupación Belenista La Morana de Zamora, ofrece una ventana única al pasado religioso y artístico de la región.
Abierto al público hasta el 2 de febrero, en horarios matutinos de 11 a 13 horas y vespertinos de 17 a 19 horas, este Nacimiento Barroco conmemora el octavo centenario del milagro de Greccio. Pero no solo es una muestra artística; al visitarlo, se otorga una indulgencia plenaria, un gesto significativo en el contexto de la celebración del 800 aniversario del primer Nacimiento de San Francisco de Asís.
La experiencia va más allá de la contemplación visual: representa un "viaje espiritual" hacia la esencia misma del relato bíblico del Nacimiento, como bien lo expresó el Papa Francisco en su carta apostólica "Admirabile Signum".
Las condiciones para obtener esta indulgencia plenaria son claras: desde el 8 de diciembre de 2023 hasta el 2 de febrero de 2024, los fieles deben meditar u orar ante el Nacimiento "franciscano", recibir el sacramento de la penitencia, la comunión eucarística y rezar por las intenciones expresadas por el Papa.
La relevancia histórica de este lugar se entrelaza con la fundación del Monasterio de las Madres Franciscanas Clarisas Descalzas en 1597, impulsado por Sor Ana de la Cruz y respaldado por el Duque de Alba. La adaptación del edificio para uso conventual desafió a las fundadoras hasta su finalización en 1610.
Un hecho curioso, el "Milagro de las Manos", se encuentra registrado en los archivos del Convento del Tránsito. En 1619, se recibieron las figuras del Nacimiento desde Flandes, incluyendo manos adicionales para las imágenes de San José y la Virgen. Un acto de generosidad que resonó como un regalo divino.
El Nacimiento actual conserva piezas centrales del Misterio del Belén Grande, resguardadas y restauradas por La Morana en 2008, aunque se lamenta la pérdida de algunas figuras que alguna vez fungieron como espantapájaros en la huerta del Monasterio.
El belenismo en Zamora durante los siglos XVI y XVII también es destacable. La instalación del belén en domicilios particulares y el exorno del Monasterio de las Descalzas para la fiesta del Corpus revelan la arraigada devoción de la época. Montajes devocionales, llenos de iconografía religiosa, eran apreciados por el pueblo y mostraban escenas bíblicas que conmemoraban la navidad de Cristo.
La Agrupación Belenista La Morana, parte integral de esta tradición, está reconocida a nivel municipal y nacional por su incansable labor. El belenismo, declarado Bien Inmaterial Cultural de Interés Municipal y parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, es custodiado y celebrado con devoción y orgullo por esta asociación.
Este Nacimiento Barroco es un testimonio vivo de la historia, la fe y el arte que se entrelazan en un único y conmovedor relato. Invita a sumergirse en la espiritualidad y a ser testigos de una tradición que trasciende los siglos.
