La celebración se ha desarrollado de forma austera y solemne y marcada por la polémica de una decisión que ha dividido a las cofradías y fieles. El Obispo ha llamado a los católicos a no ser una minoría en la sociedad civil.
Miles de personas se han dado cita esta mañana para asistir a los actos de la festividad del Corpus Christi en un año marcado por la polémica supresión de la tradicional procesión, que ha quedado reducida a la misa solemne en el templo mayor y posterior Adoración y Bendición del Santísimo en el atrio de la Catedral.
Desde primera hora de la mañana, representantes de las cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad y de las asociaciones laicas de fieles acudían a la Catedral con sus medallas y pendones y banderines para asistir a la solemnidad del Corpus Christi, una de las principales fiestas de la Iglesia católica. Las campanas de la Torre del Salvador y los cánticos del Coro San Alfonso de Zamora anunciaban la salida de las cofradías y de los niños de comunión, que han aguardado en la plaza y en el atrio la salida del Santísimo Sacramento en la espectacular custodia de plata que se exhibe todo el año en el Museo Catedralicio.
A pesar de la polémica supresión de la procesión, el acto de Bendición y Adoración se ha celebrado de forma solemne, aunque austera, en una mañana soleada y calurosa en la que sin embargo se ha constatado una menor asistencia que en años anteriores motivada por la polémica decisión del Obispo de suprimir la procesión.
Aunque no se ha anunciado de forma oficial, ha sido palpable la ausencia de varias cofradías de Semana Santa que no han asistido a la solemnidad de esta mañana; unas por estar en desacuerdo con la supresión de la procesión; otras para protestar a la vez de forma silenciosa por el "baculazo" sobre la plena integración de las mujeres en las hermandades de Pasión.
También numerosos fieles y representantes de asociaciones y cofradías han testimoniado a este periódico esta mañana su desacuerdo con la supresión de la procesión ante lo que consideran un "pulso" entre el Obispado y el Ayuntamiento que podría haberse resuelto de otra forma.
"No somos una minoría en exclusión"
El Cabildo Catedral y numerosos sacerdores de la Diócesis, así como la Hermandad del Santísimo Corpus Christi, custodiaban el paso del Carro Triunfante, adornado con rosas amarillas, que hacía su salida del templo mayor, una vez que las cofradías y asociaciones estaban situadas en la Plaza de la Catedral, mientras los niños de Comunión aguardaban en el atrio para arrojar miles de pétalos de rosas sobre el Carro Triunfante.
En su homilía previa,el Obispo de la Diócesis, Gregorio Martínez Sacristán, ha llamado a los católicos a "no tener miedo" y a no ser "una minoría en exclusión en la sociedad civil", como también ha recordado ya en el atrio, después de la Adoración y Bendición al Santísimo. También el prelado ha agradecido a todos los presentes, y en especial a los niños de comunión y a sus familias, la asistencia a los cultos y actos programados en la mañana de hoy.
GALERÍA (Fotos: Ana Pedrero/Rubén Sánchez)