Este martes, la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, presidió el acto de toma de posesión del general de brigada Miguel Sánchez Guerrero como nuevo jefe de la Zona de Castilla y León. El acto también contó con la presencia de autoridades zamoranas como el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco. Este relevo se produce tras la gestión del general de brigada José Antonio Fernández de Luz, quien ha desempeñado el cargo durante los últimos años.
En su intervención, la directora general destacó la gran responsabilidad que supone asumir la jefatura de una zona tan extensa y compleja. Subrayó que el cargo requiere liderazgo, empatía, comprensión y, sobre todo, un compromiso incansable con el trabajo en equipo. Mercedes González enfatizó que el objetivo primordial de la Guardia Civil es garantizar la seguridad de la ciudadanía y defender sus derechos y libertades, evitando los intereses personales y trabajando en beneficio del bien común.
Uno de los temas centrales de su discurso fue la destacada reducción de la criminalidad en Castilla y León, que se encuentra más de 10 puntos por debajo de la media nacional. Mercedes González también resaltó los esfuerzos del gobierno para aumentar la plantilla de la Guardia Civil en la región, superando los 7.000 efectivos, un hito logrado tras años de déficit en el número de efectivos entre 2011 y 2018.
Otro aspecto clave mencionado fue el creciente reto de la ciberdelincuencia, que representa el 25% de los delitos en Castilla y León. En respuesta, la Guardia Civil ha puesto en marcha iniciativas pioneras, como la implantación de la denuncia telemática a través de la Oficina Nacional de Recepción Electrónica de Denuncias (ON-RED), ubicada en León. Esta iniciativa ha tenido un gran éxito, alcanzando casi 20.000 solicitudes de denuncia en solo cinco meses, un volumen tres veces superior al registrado en otras comisarías de la región.
La violencia de género también fue uno de los temas tratados por la directora general. Destacó que 2.346 mujeres en Castilla y León están siendo seguimiento y atención especializada por parte de la Guardia Civil, con más de 130 efectivos dedicados a esta tarea, destacando que su trabajo está salvando vidas y es una de las formas más efectivas de combatir una lacra social tan grave.
En cuanto al nuevo jefe de la Zona, general Miguel Sánchez Guerrero, Mercedes González lo elogió por su sólida trayectoria dentro del Cuerpo. A lo largo de su carrera, Sánchez Guerrero ha ocupado diversos puestos clave, incluyendo destinos en el Grupo Rural de Seguridad (GRS), Policía Judicial, Servicios de Apoyo, Fronteras, y destinos internacionales. Además, ha sido distinguido con varias condecoraciones civiles y militares, incluyendo la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la Cruz al Mérito Militar, y la medalla OTAN (Former Yugoslavia), entre otras.
El general Sánchez Guerrero, nacido en Málaga, comenzó su carrera en la Guardia Civil en 1992 y ha sido ascendido en varias ocasiones, obteniendo el rango de General de Brigada en octubre de 2025.
La Zona de Castilla y León, con más de 7.000 efectivos, cubre la seguridad de 2.232 municipios en una región que, por su dispersión geográfica, requiere una vigilancia y organización especial. El área cuenta con diversas unidades especializadas, como Agrupación de Tráfico, Seprona, Servicios Aéreos y Grupos de Actividades Subacuáticas, entre otras. La tarea de estos efectivos es garantizar la seguridad en un territorio eminentemente rural, con un incremento de población durante la época estival y en determinadas festividades.
Con la toma de posesión de Sánchez Guerrero, la Guardia Civil de Castilla y León renueva su compromiso con la seguridad de la región, afrontando nuevos retos como la ciberdelincuencia y la violencia de género, y fortaleciendo el trabajo en equipo y la cooperación con los ciudadanos.