El arte zamorano está de luto. José Luis Alonso Coomonte, uno de los escultores más influyentes de la provincia y autor de algunas de las obras urbanas más reconocibles de Zamora y Benavente, falleció este jueves 4 de diciembre a los 93 años de edad. Su muerte pone fin a una trayectoria creativa de más de seis décadas que dejó una huella visible y permanente en calles, plazas, templos y edificios institucionales.
Nacido en Benavente en 1932, Coomonte fue un creador polifacético, profesor, renovador del arte sacro y referente en el trabajo del hierro, el bronce, la madera y el vidrio. En 2020 recibió el Premio de las Artes de Castilla y León, reconocimiento a una obra que forma hoy parte del patrimonio sentimental y monumental de toda la provincia.
Un legado omnipresente en Zamora
Muchas de las esculturas que acompañan el día a día de los zamoranos llevan su firma. Entre ellas destacan:
La Farola – Parque de La Marina
Una de sus piezas más emblemáticas: la farola monumental de hierro patinado situada frente al Miliar. Abstracta y orgánica, es un símbolo de la ciudad.
Miliar – Parque de La Marina
La columna histórica instalada también en La Marina, una de las piezas más reconocibles y visitadas de su trayectoria.
También destacan Homenaje a los Poetas, ubicado en el Puente de los Poetas; Manhattan II, en el entorno del Comercial La Marina; y Equilibrio Horizontal Móvil, conocida popularmente como La Balanza, una pieza que combina simetría y movimiento para evocar la tensión entre lo estático y lo dinámico. A ellas se suma también La Esfera (La Bola), situada en el Centro de Interpretación de las Medievales.
Además, Coomonte fue autor de numerosas obras de rejería y mobiliario litúrgico visibles en varias parroquias, como Cristo Rey, así como de intervenciones de gran formato: la Intervención en el Banco de España, una titánica reja modular de aluminio y hierro que reviste el edificio y que se conserva y se conservará como nueva sede de la Policía; “Contrapunto” en la Fundación Rei Afonso Henriques; y las Rejas de la Diputación Provincial, un conjunto monumental en el antiguo Hospital de la Encarnación, donde también creó el relato escultórico del Cerco de Zamora.
Su huella se extiende, además, a espacios cotidianos como el Bar Aureto o el restaurante Los Tilos, y a obra religiosa de gran relevancia como la Cruz de los ausentes y las cruces procesionales de varias cofradías de Semana Santa.
Benavente, su origen y su símbolo
En su ciudad natal dejó dos obras especialmente queridas:
Mosaico de la Virgen de la Vega
Un gran mosaico realizado en mármol, piedra y bronce que reproduce el escudo benaventano y los ríos de la comarca.
Alegoría de Benavente y los Valles
Conjunto escultórico situado en la Plaza del Grano y conocido popularmente como “las cucañas de Coomonte”.
Su última exposición, en Benavente, llevó por título “Coomonte en Benavente: vuelta a casa”, un homenaje integral a toda su carrera en su tierra natal.
