La Junta de Castilla y León acaba de hacer público el plan de prevención y control ante los rebrotes por coronavirus que se están registrando en todas las provincias de la comunidad. Entre las nuevas normas, destaca el uso obligatorio de la mascarilla en las piscinas, salvo en el momento del baño, y aunque se pueda mantener la distancia de seguridad de dos metros. La Administración regional obliga al cierre de los locales de peñas, vuelve a limitar el aforo de entierros y bodas, pero lo mantiene en las terrazas al aire libre.
La Junta justifica la obligatoriedad de la mascarilla en las piscinas ante el incremento de los brotes y contagios producidos en agosto y para impedir la expansión descontrolada de la COVID-19 y, por tanto, la transmisión comunitaria". El mismo argumento utiliza para decretar el cierre de los locales de las peñas.
El plan de prevención limita a 50 personas el aforo en un entierro y a 150 en las bodas, si son al aire libre, y 100 personas en lugares cerrados. Las visitas culturales a museos y exposiciones se reduce de 25 a 10 personas. Respecto a la hostelería, se mantiene el aforo del 80% en las terrazas al aire libre, pero se restringe en el interior de los bares al 50% de la barra. Las medidas preventivas contra la pandemia extienden el cierre de los establecimientos dedicados al ocio nocturno, aunque la decisión ha puesto en pie de guerra al sector.
Las medidas entrarán en vigor en la madrugada del viernes al sábado.
Estas son las medidas y el resumen de las mismas que esta tarde se han conocido tras el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León
