El discurso de la medicina hegemónica cuenta con tal grado de credibilidad social y de influencia política, que sus postulados determinan lo que se ha considerado "normal" y lo que se ha catalogado de "anormal". Además el pensamiento dominante es heteropatriarcal, y genera privilegios y exclusiones en base a la identidad de género, la orientación del deseo o la forma corporal de las personas, explica la Concejalía de Igualdad.
Por ello las personas trans desarrollan sus vidas en un marco legal y clínicosanitario que no respeta el derecho a la no patologización de su identidad, el derecho a su identidad y el respeto de la diversidad. Y es que la patologización de las identidades trans (y las consecuencias que de ella se derivan) es también una forma de violencia.
Uno de los mejores termómetros que existen para medir la calidad democrática de un país consiste en comprobar si sus instituciones están siendo capaces de integrar la diversidad sin generar nuevas violencias. El Estado español por el momento no está siendo capaz de hacerlo, y esto se manifiesta al analizar las exclusiones que generan leyes como la Ley 3/2007 del 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Esta ley genera exclusiones, patologiza la transexualidad, y establece un régimen por el cual tiene más valor la opinión del personal médico, que el testimonio de la persona sobre su propia identidad.
De esta forma la ley establece un régimen de autorización y patologización (considerando a las personas transexuales enfermas) en lugar de uno de reconocimiento de la identidad de género de las personas trans, que deben demostrar al médico que "realmente" lo son cumpliendo sus expectativas sobre cómo deberían llevar su proceso. Puesto que es responsabilidad de las instituciones superar este tipo de situaciones discriminatorias, y es necesario legislar de forma integral en los ámbitos en los que las personas trans sufren discriminación en la actualidad: laboral, educativo, sanitario, administrativo... desde la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Zamora, coincidiendo con la conmemoración del "Día por la despatologización de las identidades trans", solicita:
1. Que el Gobierno defienda en los foros internacionales sobre la materia la despatologización de la transexualidad, especialmente en los manuales y protocolos médicos y las recomendaciones internacionales sobre derechos de personas transexuales.
2. Que se mantenga la prestación sanitaria de todo el proceso transexualizador incluida la cirugía de reasignación de sexo, acompañada de nuevos protocolos de atención sanitaria surgidos del acuerdo entre los colectivos médicos y los colectivos de personas transexuales, y que respondan a las necesidades estas personas respetando el derecho a la autodeterminación del género y a la atención normalizada, no patologizante, ni segregadora.
3. Que en la Comunidad Autónoma se desarrolle una Ley Integral de Transexualidad, que despatologice la transexualidad y reconozca la autodeterminación del género, recogiendo así las demandas de las personas transexuales, que reconozca sus derechos, y que luche contra la discriminación a las personas transexuales en ámbitos como el educativo, el laboral y el sanitario, y vele por un tratamiento respetuoso de estas personas en los medios de comunicación.
Por parte de la propia Concejalía y del Ayuntamiento de Zamora se manifiesta un compromiso institucional firme de cara a la inserción laboral de las personas transexuales, que constantemente sufren situaciones de discriminación laboral, siendo relegadas en numerosas ocasiones al ejercicio de la prostitución.