La Diputación Provincial de Zamora ha resuelto la convocatoria de ayudas para redes de abastecimiento de agua correspondiente al año 2025, que contempla una inversión total de 1.733.000 euros para la ejecución de 64 proyectos en municipios de la provincia. Así lo ha anunciado el presidente de la institución, Javier Faúndez, quien ha destacado el impulso que se ha dado a estas infraestructuras durante los últimos años.
La convocatoria, gestionada desde el área de Medio Ambiente y Obras, cuenta con una aportación de 1,5 millones de euros por parte de la Diputación, lo que supone financiar el 90% del coste de las actuaciones, mientras que el 10% restante corresponde a los ayuntamientos beneficiarios. En 2024, los municipios asumían el 20%, por lo que la carga económica local se ha reducido a la mitad este año.
Desde 2020, la Diputación ha invertido 9 millones de euros propios en la renovación de redes de abastecimiento, dentro de un volumen total de 11 millones incluyendo fondos de la Junta de Castilla y León y los municipios. En estos seis años se han ejecutado más de 500 actuaciones que han permitido modernizar las infraestructuras de distribución de agua potable en toda la provincia.
Gracias a estas inversiones, algunos ayuntamientos ya han completado sus redes, lo que se refleja en un descenso progresivo en el número de solicitudes: este año se han presentado 101 peticiones, de las cuales 9 fueron descartadas por no ajustarse a las bases.
Faúndez subrayó que esta línea de inversión no solo mejora el servicio público, sino que también genera importantes ahorros en consumo eléctrico y en agua, al eliminar fugas y pérdidas invisibles en las redes antiguas. “Hemos ahorrado millones de metros cúbicos de agua y contribuido a la sostenibilidad de nuestros pueblos”, afirmó.
Aunque muchas de las obras no son de gran envergadura, el presidente destacó una intervención importante prevista para este año: la nueva traída de agua a Calzadilla de Tera y Olleros de Tera, con una inversión de más de 150.000 euros, para resolver problemas graves de abastecimiento.
Además, la Diputación trabaja en otras tres líneas complementarias: Plan Municipal de Obras, que premia a los ayuntamientos que priorizan la renovación de redes. Convenios con la Junta de Castilla y León, para instalar contadores inteligentes y extender redes a más municipios. Plan Sequía, con un millón de euros para actuaciones de emergencia ante contaminación o fallos en depósitos.
Más allá del impacto medioambiental y económico, Faúndez puso en valor que estas inversiones también generan y sostienen empleo en el medio rural, al movilizar a empresas locales del sector de la obra pública. “Seguiremos apostando por esta línea de trabajo mientras nuestras posibilidades presupuestarias lo permitan. El agua sigue siendo la mayor preocupación para los ayuntamientos, y no vamos a dejar de atenderla”, concluyó.