La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha participado esta mañana en la manifestación convocada en Zamora en defensa del ferrocarril en la provincia, denunciando la supresión de frecuencias en la estación de Sanabria como un “nuevo agravio” por parte del Gobierno central. Junto a ella, cientos de ciudadanos y representantes institucionales se han congregado para reclamar igualdad en los servicios públicos y rechazar lo que califican de “trato discriminatorio”.
"Los protagonistas hoy en Zamora no somos nosotros, es la sociedad zamorana", ha comenzado Blanco en su intervención. "Venimos aquí a decirle al Gobierno de Pedro Sánchez y al ministro Óscar Puente que basta ya. Basta de quitar servicios públicos para beneficiar a otras comunidades", ha añadido, en referencia a la supresión de paradas de trenes Alvia en la comarca sanabresa.
La vicepresidenta ha exigido la reposición inmediata de las frecuencias ferroviarias eliminadas y ha denunciado una supuesta desigualdad de trato en la distribución de recursos públicos: “Si hay 132 millones de euros para fomentar el catalán en la Unión Europea o 15.000 millones para condonar deuda a sus socios, también debe haber dinero para mantener los servicios de tren en Castilla y León”, ha reclamado.
Blanco ha recalcado que “esto no es un error, es premeditado”, y ha instado al Ejecutivo central a “apostar por los pueblos, por el territorio y por los servicios públicos”. Asimismo, ha insistido en que desde la Junta continuarán “trabajando y apoyando las reivindicaciones justas para esta tierra”.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, ha calificado la decisión de Renfe como “un ataque frontal hacia los servicios públicos de la provincia”, y ha revelado detalles de la reciente reunión mantenida con la presidencia de la operadora ferroviaria.
“Cada argumento que Renfe ponía, lo desmontábamos”, ha asegurado Faúndez, quien ha explicado que la parada en Sanabria supone tan solo un retraso de 6 o 7 minutos. Ha añadido que los nuevos trenes podrían absorber ese tiempo sin problemas y ha criticado que la única respuesta que recibieron fue: “Si quieres tren, lo pagas”.
El presidente provincial ha calificado esta postura como “un capricho sin precedentes” y ha advertido que se están coordinando medidas desde la Diputación para hacer frente a esta situación, cuya gravedad —ha dicho— ha unido sin fisuras a la sociedad zamorana.
La próxima semana está prevista una reunión clave en la institución provincial para definir posibles acciones. Mientras tanto, los manifestantes y representantes políticos han reafirmado su compromiso con la defensa de los derechos del medio rural y la lucha contra lo que consideran un nuevo episodio de marginación institucional.