En un mundo lleno de incertidumbre, hay un grupo de héroes silenciosos cuyo compromiso y dedicación iluminan los días más oscuros. Héroes vestidos de naranja que se dedican a salvaguardar vidas y proteger a la ciudadanía. Este grupo de hombres y mujeres es mucho más; mucho más que un simple cuerpo de respuesta, es un pilar fundamental en la construcción de sociedades resilientes.
Su labor preventiva y de coordinación busca evitar que se produzcan catástrofes o calamidades públicas, y en caso de que ocurran, están preparados para coordinar todos los medios y recursos disponibles para minimizar su impacto en las personas y los bienes. Desde la planificación de medidas preventivas hasta la implementación de planes de emergencia, cada acción llevada a cabo por la Protección Civil está impregnada de un profundo sentido de compromiso y solidaridad.
Están presentes en cada situación, incluso brindando ayuda y apoyo a quienes más lo necesitan, como aquellos que carecen de un techo donde pasar la Navidad. En este día dedicado a la Protección Civil, se extiende un profundo agradecimiento a todos aquellos que forman parte de esta noble labor. Su entrega desinteresada y su valiente sacrificio son un testimonio elocuente del espíritu solidario que les impulsa a ayudar a los demás. Un ejemplo para el resto. Dignos de admirar.