Una vecina de la capital encontró en la calle a una gatita pequeña y tuvo suerte porque le regaló esperanza. El animal estaba en “muy malas condiciones”, de hecho, “creía que estaba muerta”. No dudó, y se la llevó a su casa.
Desnutrida, con miedo y sin poder abrir los ojos, muy débil, pero sigue luchando porque quiere vivir. “Pensaban que no iba a pasar ni la primera noche”, pero con esfuerzo consiguieron que se alimentara.
La pequeña, ya ha pasado por el veterinario para curarle los ojos y acabar con la gran cantidad de pulgas con las que cuenta.
Ahora busca un hogar, alguien que le dé el cariño que no encontró hasta que la recogieron. Una persona responsable que la proteja y con quien pueda regalarse amor mutuamente. Los interesados pueden contactar con mimusa_micropigmentacion a través de Instagram.
