José Francisco Matías "obispo de facto" de Zamora, explicaba esta mañana la casuística de los acontecimientos tras el fallecimiento del Obispo y comentaba los plazos que podrían llegar a extenderse en el tiempo, un proceso muy lento que se extendería más allá de cuatro meses, aunque según Francisco Matías no hay fecha definitiva ni plazos determinados para el nombramiento del nuevo obispo de la Diócesis de Zamora.
Más de 35 años, comportamientos pastorales como padre y pastor serían las premisas para ser obispo de Zamora, como cualquier sacerdote con diligencia y estudios podría ser nombrado el futuro obispo de Zamora.
El fallecimiento de Don Gregorio fue imprevisto y el que ahora llamó a la nunciatura apostólica de Madrid, a la representación diplomática de la Santa Sede, y es el sustituto provisional del obispo de Zamora José Francisco Matías comentaba esta mañana en rueda de presa los plazo y casuistica tras el fallecimiento de don Gregorio obispo de Zamora.
Tras la muerte del obispo el ahora "obispo de facto" de Zamora llama a la nunciatura y al metropolitano al de Valladolid así como al secretario de la conferencia episcopal, monseñor Michael Croti es el que comunica a Roma lo sucedido y es por tanto el interlocutor con el que "con que Roma diga le comunicaremos a ustedes".
"Las posibilidades o salidas tras la muerte de Don Gregorio eran dos: nombrar un administrador apostólico, o que del colegio de consultores se reuniese y nombrase como administrador diocesano a la persona que hoy se hace cargo de la diócesis de Zamora. El colegio de consultores es el grupo fundamental de organización diocesana y está compuesto por 19 personas de ahí 7 que eran los que elegirían al responsable una persona de más de 35 años y que estuviese preparado según comentó Monseñor Croti que se lo comunica el día 23 después del funeral a José Francisco Matías, el 24 por la mañana salí elegido y desde ese momento comunicamos la noticia".
Un nombramiento que ha venido dado por las circunstancias
El nuevo Nuncio de su Santidad va a tener que rematar los trabajos que le han sido encomendados y no llegará a España hasta el 1 de diciembre, en España están 5 o 6 diócesis en esta situación y será a partir de entonces, de diciembre cuando quizá se empiece a valorar la situación del nuevo nombramiento. El caso es que al administrador diocesano parece que le preocupaba más la valoración de los cargos que se supone se hace a los 100 días del nombramiento, que la necesidad imperiosa de encontrar un nuevo pastor para la diócesis de Zamora, ya que recalcó la situación y la valoración de su cargo a los 100 días en varias ocasiones. Lo importante también quedó reseñado ya que se hacía notar la falta de urgencia en el nuevo nombramiento para que Zamora continuara su camino con un pastor claro a la cabeza del clero nombrado de forma definitiva por Roma.
Entre tanto la situación apostólica es de necesidad de un director y ante la situación la necesidad de la Iglesia en Zamora estará cubierta por los preceptos que el administrador diocesano ha puesto de manifiesto esta mañana en la rueda de prensa ante los medios de comunicación.
Conservar el fuerte sentimiento religioso en Zamora. Lo religioso tiene un gran sentido que hay que cuidar y valorar. Insuflar esperanza en los pueblos aunque se pone de manifiesto el "Somos pocos y viejos" situación que daba la vuelta el administrador para ver la ventaja de la experiencia y de que así el quorum sería mucho más rápido.
Promocionar la corresponsabilidad y la misión de los laicos. Ante la carestía y la falta de sacerdotes, trabajar la falta de los mismos con las personas laicas que hagan funciones de pastores y apoyo a la iglesia.
Buscar espacios de encuentro que favorezcan la regeneración de la esperanza.
"El camino es llevarlo a cabo con esperanza, con compromiso personal y con alegría. La Iglesia utilizará los elementos que tiene en su mano, para generar las realidades que tiene que abarcar las ideas para crear la esperanza y la fe". Así definía la parte de responsabilidad que en este caso le ha sido encomendada en estos momentos de falta de cabeza visible en la Diócesis de Zamora.