El clero diocesano y centenares de zamoranos, con su Obispo, monseñor Gregorio Martínez Sacristán, a la cabeza, han despedido esta mañana al presbítero y canónigo emérito de la Catedral Juan Manuel Hidalgo Manteca, quién fallecía ayer a los 84 años de edad y 61 de sacerdocio.
En una ceremonia concelebrada por numerosos sacerdotes, el clero y los fieles acudían a las 11 horas a la Catedral para despedir a un sacerdote muy querido entre los zamoranos y también en la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras, de la que fue capellán.
Ordenado sacerdote en 1957, Juan Manuel Hidalgo desempeñó diversos cargos en el Obispado de Zamora, como secretario general o Vicario para asuntos económicos, hasta su jubilación en 2004. Fue asimismo capellán en el Colegio San Vicente de Paúl, en el Sagrado Corazón y el Convento de Santa Clara.
Canónigo de la Catedral de Zamora desde 1986 hasta 2013, año en que pasa a ser canónigo emérito, entre 2004 y 2009 fue cura adscrito en la parroquia de Santa María de la Horta, donde fundó su coro y donde fue capellán de la hermandad de la noche del Martes Santo.
Hombre muy implicado en el barrio de La Horta, Juan Manuel Manteca estaba dotado de una impresionante voz de bajo, siendo miembro de la Capilla Musical Catedralicia y del grupo Voces de La Tierra, dirigido por Miguel Manzano, quien precisamente esta mañana se sentaba en el órgano de la Catedral (de la que fue organista) al frente de su grupo, Alollano, que ha interpretado sus salmos en el funeral por el sacerdote, que fue también uno de los primeros cantores del Miserere en la noche del Jueves Santo ante Cristo Yacente.
Una emotiva ceremonia religiosa, que ha sido a su vez un canto de esperanza en la Resurrección, ha servido para despedir a un sacerdote que deja una huella imborrable entre los zamoranos.
Posteriormente los restos del sacerdote han sido trasladados a Madridanos, su pueblo natal, dónde han recibido cristiana sepultura.
Descanse en paz. Descanse en Dios.