La reducción de la siniestralidad laboral es una asignatura aún pendiente en Zamora, donde se mantienen los datos del año pasado en cuanto al número de fallecidos mientras que el de heridos graves aumenta en un 36%.
Así lo ponen de manifiesto los datos publicados por el Ministerio de Trabajo que constatan que durante el pasado año 2023 se produjo un fallecido "in itinere", es decir, de camino al trabajo, siendo el mismo dato que en el año anterior cuando el siniestro mortal coincidió durante la jornada laboral como tal.
Zamora es la única provincia de Castilla y León que no ha registrado ningún siniestro laboral en base a las tablas que se ciñen al horario establecido de entrada al puesto de trabajo frente a los 10 fallecidos de León, los 8 de Valladolid y los 7 de Burgos. Por contra, los que registran los números más bajos tras la provincia son Ávila, Palencia y Segovia con dos accidentes mortales, respectivamente.
La estadística en cambio si muestra un dato interesante, ya que en cinco de las nueve provincias de la Comunidad sí se han registrado caídas en el número de siniestros mortales durante la jornada laboral, lo que lo relaciona directamente con la implementación de medidas para favorecer la seguridad como la reformas en los los centros de trabajo, sustitución de las cubiertas frágiles con amianto o mejoras en la seguridad en el medio rural.
En este sentido, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo ha destinado 16 millones de euros a este concepto con la vista puesta en mejorar los espacios de trabajo y reducir el peligro al que se exponen los trabajadores.
En cuanto al número de accidentes laborales con resultado de heridas y pronóstico grave, el Ministerio ha cuantificado en 25 -23 durante la jornada y 2 de camino-, lo que supone un aumento significativo frente a los 13 totales que se contabilizaron en el año 2022. Supone además el cuarto dato regional más alto por detrás de Valladolid (51), León (46) y Burgos (30) siendo de estas la provincia vallisoletana la única que ha aumentado el índice de accidentes considerados graves frente a los 47 del año anterior.
En el lado contrario, el número total de accidentes laborales en la provincia registra un descenso que roza los dos puntos al cerrar el año con un total de 1.759 accidentes laborales -de los que 1.665 fueron dentro de horario laboral- frente a los 1.793 del año anterior. También descienden los heridos leves que alcanzaron los 1.733, un 2,4% menos.
A nivel regional, Castilla y León registró un total de 69 decesos frente a los 84 del año 2022, un descenso del 17,8%, si bien el número de siniestros producidos en la jornada laboral ha descendido casi un 30% con 38 fallecidos, 14 menos frente al 2022.
