Grupos organizados de ladrones continúan robando el bronce procedente de monumentos del casco antiguo. Si la semana pasada eran la estatua a Fray Diego de Deza y el monolito-homenaje al Maestro Haedo, en la mañana de hoy la estatua a Sor Ignacia Idoate ha aparecido con dos placas de bronce sustraídas durante la noche o la madrugada, siguiendo el método habitual de los ladrones.
La estatua en homenaje a Sor Ignacia Idoate, obra de Antonio Pedrero, está ubicada en la parte posterior de la Diputación de Zamora, junto a la calle de Las Damas en la recientemente denominada Plazuela del Poeta Jesús Hilario Tundidor.
En este caso han sido extraidas una placa que recordaba la figura de la Hija de la Caridad, que durante tantos años estuvo al frente del Hospicio de Zamora, así como otra placa situada en la parte inferior de la base donde se indicaba que la estatua era una donación de la empresa Iberdrola a la ciudad, a instancias de un grupo de niños que en su día fueron hospicianos.
Precisamente por precaución, operarios municipales han procedido esta semana a retirar la recién inaugurada placa que da nombre a la plazuela del Poeta Jesús Hilario Tundidor, obra de Ricardo Flecha, que mostraba indicios de haber sido forzada para su robo en los primeros días de enero.
A estos expolios en los monumentos públicos hay que sumar numerosos robos en edificios particulares de llamadores y embellecedores de puertas y fachadas que comenzaron a ser denunciados en el mes de diciembre y que continúan en diversas zonas de la ciudad.
Aunque a finales de diciembre la subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, afirmaba que se incrementaría la vigilancia a fin de prevenir este tipo de robos, destinados a la venta del bronce en el mercado negro, lo cierto es que los grupos continúan sus expolios en los monumentos públicos de la ciudad y en domicilios particulares.
