Cada 10 de septiembre desde el año 2003 la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) promueve el Día Mundial para la Prevención del suicidio con el propósito de concienciar a todo el mundo de que el suicidio se puede prevenir. "La clave para prevenir las conductas suicidas estriba en identificar a las personas en situación de riesgo e intervenir oportunamente. El principal factor de riesgo es el haber cometido algún intento de suicidio previo, y a estas personas el personal de salud debe proporcionar un seguimiento, con el apoyo familiar y comunitario.
Otras circunstancias que elevan el riesgo, son el consumo nocivo de alcohol y otras sustancias, la pérdida de trabajo o los problemas financieros, el dolor crónico y enfermedades, o el tener antecedentes familiares de suicidio.
Desde el sector salud y otros sectores, las principales intervenciones que se deben implementar para prevenir el suicidio son:
Fortalecimiento de políticas de salud mental.
Implementación de políticas para reducir el consumo nocivo de alcohol.
Sensibilización de la comunidad para superar el estigma, para favorecer el avance en la prevención del suicidio.
Restricción del acceso a medios que pueden ser utilizados para suicidarse, como armas de fuego, o instalación de medidas protectoras, como vallas en lugares altos.
OPS reconoce que la prevención del suicidio es una prioridad de salud pública, por lo que ha incluido el suicidio como uno de sus indicadores de impacto en el Plan de Acción de Salud Mental de 2015 hasta 2020.
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 800.000 personas mueren por suicidio cada año -lo que supone una persona cada 40 segundos-, siendo los intentos de suicidio hasta 25 veces más. El trágico efecto dominó significa que hay muchas, muchas más personas que han sido afectadas por el suicidio o han estado cerca de alguien que ha tratado de acabar con su propia vida, y esto está sucediendo a pesar del hecho de que el suicidio se puede prevenir. 'Conectar, comunicar, cuidar' es el tema del Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2016. Estas tres palabras son el corazón de la prevención del suicidio.