Colectivos abogan por abolir la prostitución, que en Zamora se concentra en pisos y en clubes de la frontera con Portugal

Colombianas, venezolanas y brasileñas, las principales nacionalidades de las mujeres explotadas sexualmente en la provincia
Jornada de Trata y Explotación Sexual
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La abolición de la prostitución centró esta mañana la I Jornada de Trata y Explotación Sexual, que se inauguró ayer en el Palacio de la Alhóndiga. En una mesa coordinada por Alejandra Puente, de la Asociación para el Desarrollo y Apoyo Social, Cooperación e Inclusión (Adasci),    distintos colectivos  abogaron por erradicar la prostitución: desde políticas, como la concejala del Ayuntamiento de Santa Colomba de Gramanet hasta periodistas del otro lado del Atlántico. 

Y es que las principales víctimas de la prostitución son en un 95% mujeres, un 20% de ellas menores. La pandemia cambió hábitos que se mantienen y que dificultan aún más poner freno a este tipo de explotación sexual. En Zamora  capital la prostitución se ejerce en pisos, donde las  asociaciones de ayuda a estas mujeres tienen más difícil el acceso. Otro foco es la frontera con Portugal, con clubes en Alcañices donde también es complicado prestar ayudar por que muchas de las mujeres prostituidas residen en el país vecino. Por último, la ciudad de Benavente es otro de los puntos donde se ha detectado a mujeres explotadas sexualmente.

Colombianas, venezolanas y brasileñas son las tres nacionalidades de gran parte de las mujeres prostituidas en la provincia, que llegan a España con un permiso de turista que caduca a los 3 meses. A partir de ese momento se convierten en "ilegales" y quedan en manos de sus explotadores por miedo a ser expulsadas del país, como denunció en la jornada de ayer la asociación de ayuda APRAM, que atiende a 850 víctimas, 102 en la provincia de Zamora.

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