Más de 200.000 españoles han sufrido abusos por parte de la Iglesia. 84 en Castilla y León, 9 en Zamora. Estas son las cifras que recoge el informe sobre abusos sexuales cometido por miembros de la Iglesia Católica a menores de edad presentado por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo. El documento ha sido elevado a las Cortes Generales y al Gobierno de España para “la adopción de las medidas necesarias en orden a cumplir con el objetivo de la encomienda”.
La información ha realizado a partir del análisis interdisciplinar de la información recogida por diversas fuentes, como se ha apuntado, entre ellas los trabajos de campo propios, como una encuesta realizada por GAD3 para la institución Defensor del Pueblo que contextualiza el problema. Encabeza la lista Salamanca con 20 casos; seguida de León y Valladolid, con 14 casos; Burgos, con 12; Zamora, con 9 casos; Palencia, con 7; Ávila y Segovia con 3 y Soria con 2. El Defensor del Pueblo, señala, así lo hace constar en la introducción del Informe, que “se trata de un Informe necesario para dar respuesta a una situación de sufrimiento y de soledad que durante años se ha mantenido, de una u otra manera, cubierta por un injusto silencio”.
La encuesta revela, entre otras cosas, que el 11,7% de las personas entrevistadas afirman haber sufrido abusos sexuales, antes de cumplir 18 años. Un 3,36% manifiesta que ese abuso se produjo en el ámbito familiar. Asimismo, la encuesta de GAD3 también concluye que el 0,6% de la muestra representativa de la población encuestada ha sido agredida sexualmente por un sacerdote o religioso católico, y un 1,13 % que la agresión se registró en el ámbito religioso.
El 72% de los encuestados consideraron que el abuso sexual infantil es un problema social muy grave y un 24,4% lo valoraron de bastante grave. Sin embargo, la mayor parte de las personas encuestadas consideró que no se están tomando las medidas adecuadas para reducir el problema.El documento apunta que "la respuesta de la Iglesia católica, al menos a nivel oficial, ha estado caracterizada durante mucho tiempo por la negación o la minimización del problema. Algunas víctimas han tenido que hacer frente no solo a la negación y a la ocultación, sino incluso a presiones y a reacciones de representantes de la misma en las que se les culpabilizaba de los abusos sufridos".
La Unidad de Atención a las Víctimas, también creada para abordar los trabajos del Informe, ha recogido información relevante sobre 487 víctimas, en entrevistas realizadas tanto en Madrid como fuera de la capital. De ellas, la inmensa mayoría (84%) fueron hombres. Las víctimas recalcan los problemas emocionales y de conducta que padecen como consecuencia de los abusos. Y un tercio de éstas señalaron haber tenido síntomas de estrés postraumático y, algunas de ellas, habían experimentado síntomas depresivos, sentimientos de vergüenza y estigmatización y de acción suicida.
Los testimonios recogidos de la escucha respetuosa a las víctimas revelan el "impacto devastador" que los abusos sexuales han tenido en sus vidas. “En ningún caso el número de testimonios pretende dejar determinado el alcance cuantitativo del problema. Lo importante, cuando se ofrece un determinado número de testimonios de víctimas, es tener presente la singularidad personal de cada una de ellas y la inviabilidad de reducirla a una cifra en una contabilidad”, subraya el Defensor del Pueblo.
Ángel Gabilondo subraya que “el informe aporta claridad, datos y argumentos ante una cuestión que a todos resulta difícil de abordar, pero que es imprescindible hacerlo. Se trata de que se asuman responsabilidades, lo que implica responder de, responder ante y responder a. Y esta respuesta necesaria exige que el Informe que hoy entregamos a la Cortes Generales, a través de su presidenta, contribuya a la toma de mayor conciencia de la cuestión, y a dar efectivamente una respuesta a las víctimas, una respuesta exigida por ellas con buenas razones”.
El obispo de Zamora ofrece colaboración al Defensor del Pueblo
La diócesis de Zamora está comprometida en la protección de menores y en la prevención de abusos sexuales, por esa razón constituyó una Oficina de Protección al Menor que, hasta la fecha, no ha recibido ninguna denuncia. Las actividades desde su constitución se han dirigido preferentemente a la sensibilización de los agentes pastorales que trabajan con menores y personas vulnerables.
Desde esta oficina, la Iglesia de Zamora viene también colaborando activamente con cuantos están interesados en arrojar luz sobre estos "lamentables acontecimientos", por eso se ha facilitado toda la información disponible a las instancias que la han requerido, entre ellas al Defensor del Pueblo que recientemente ha publicado un prolijo trabajo sobre este particular.
"Queremos agradecer al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, el esfuerzo realizado con el Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica. Su investigación ayudará a las víctimas a recuperar su dignidad y a las instituciones eclesiales a seguir trabajando en orden a corregir errores y a crear las condiciones necesarias para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse", apuntan desde la Diócesis de Zamora.
Del mismo modo, el obispo de Zamora, Fernando Valera, ha remitido una carta a Ángel Gabilondo para que "le facilite información sobre los casos que refiere en su informe y de los que en la diócesis no existe constancia".
