De la calle a un nuevo hogar: Francisco y Reina ponen rostro a la campaña de Cáritas en Zamora

 “Sin hogar pero con sueños” es el lema de la nueva acción de la ONG para sensibilizar sobre la realidad de las personas sin hogar, con los testimonios de quienes han encontrado apoyo y esperanza.
Francisco y Reina ponen rostro a la campaña de Cáritas en Zamora
photo_camera Francisco y Reina ponen rostro a la campaña de Cáritas en Zamora

Cáritas Zamora ha presentado esta mañana la nueva campaña de sensibilización “Sin hogar pero con sueños. Para. Acércate. Actúa”, una iniciativa que busca despertar conciencias y llamar a la acción ante la realidad de las personas sin hogar, una situación que va más allá de la falta de techo y que interpela a toda la sociedad.

En el acto, celebrado con motivo del Día de las Personas sin Hogar que se conmemora el 26 de octubre, dos testimonios pusieron voz y rostro a esa otra realidad que no siempre se ve: la de quienes han vivido en la calle y hoy intentan reconstruir su vida.

Francisco Díaz, sevillano de nacimiento y zamorano de adopción desde 2021, resumió su recorrido vital con una frase sencilla: “Llegué con mi vida en una mochila”. Tras años de adicciones y de perder a su padre, acabó en la calle. “Manejaba demasiado dinero para la edad que tenía”, recuerda, reconociendo que aquel descontrol fue el principio de una caída que le llevó a perderlo todo. En Zamora, encontró algo más que un techo: “Aquí me sentí acogido. Me ayudaron con los papeles, con el médico, y sobre todo, me escucharon”. Hoy vive de forma independiente, aunque sigue acudiendo al comedor social “porque allí me siento acompañado”. Trabaja en la empresa de Inserción de Cáritas, recogiendo ropa, y asegura que “aún queda mucho camino, pero ahora sí hay camino”.

La segunda historia es la de Reina Pérez, de 63 años, recién llegada desde Cuba junto a su hijo de 36. La falta de recursos y de electricidad en su país la empujaron a cruzar el Atlántico en busca de un futuro digno. “Llegamos a Barajas sin saber a dónde ir, sin familia y sin rumbo. En un ayuntamiento nos hablaron de Cáritas y así llegamos a Zamora”, explica con serenidad. Hoy se siente acogida y agradecida. Su sueño inmediato es claro: “Encontrar un trabajo, un hogar y poder aportar al país que ahora nos recibe”. Su historia, marcada por la esperanza, enlaza con sus raíces canarias y con el deseo de construir una nueva vida junto a su hijo.

La campaña, impulsada a nivel nacional, quiere recordar que el sinhogarismo no es una elección ni una circunstancia individual, sino la consecuencia de un modelo social y económico que deja a demasiadas personas en los márgenes. Cáritas invita a la ciudadanía a mirar, acercarse y actuar, porque “nadie debería vivir sin hogar ni sin sueños”.

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