Cada año el 28 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Rabia

 La fecha corresponde al aniversario del fallecimiento de Louis Pasteur, quien desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad.

La rabia es una enfermedad infecciosa viral del sistema nervioso central, que provoca una encefalitis aguda. Este virus ataca a los mamíferos domésticos y salvajes, lo que incluye al hombre. Se encuentra en las secreciones de los animales infectados y lo transmiten al hombre por una mordida o si éste tiene algún corte en la piel, que haga contacto con la saliva del animal enfermo. Esta enfermedad debe tratarse con urgencia de lo contrario conduce a la muerte. Después de la mordedura, puede tardar entre 60 y 300 días en manifestarse.

El tratamiento inmediato impide el desarrollo de los síntomas. Es recomendable lavar la herida con agua y jabón, sin raspar, y acudir a un centro hospitalario. Cuando aparecen síntomas de la rabia humana no existe tratamiento y casi siempre es mortal. Por ello, para prevenirla se recomienda la eliminación de la rabia canina mediante la vacunación de estos animales, pues esta constituye la principal causa de transmisión hacia los humanos. Debe ser un trabajo conjunto de los servicios veterinarios, salud pública y la comunidad.

Cada año mueren aproximadamente 55 mil personas por esa causa, lo cual es sinónimo de un fallecimiento cada 10 minutos. Toda vez que una persona es mordida por un animal posiblemente enfermo es necesario vacunarla para prevenir la enfermedad. La forma de transmisión más común y frecuente es mediante mordeduras de animales infectados.

Más del 95 % de los casos de rabia en el hombre se deben a mordeduras de perros infectados y, a diferencia de otras enfermedades, disponemos de todas las herramientas necesarias para erradicarla. Una vez que la enfermedad es sintomática poco puede hacerse para salvar a la persona con rabia.

La vacunación de los perros es el método ideal de prevención, ya que es el único medio que permite una interrupción real del ciclo de transmisión de la enfermedad del animal al hombre.

El incremento mantenido de la vacunación y del saneamiento canino, está desplazando al perro como la especie más afectada de rabia. La vigilancia, unido a las acciones de prevención y control, reafirman a las mangostas y murciélagos como los principales reservorios potenciales de la enfermedad

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