El pasado viernes 31 de enero ha sido el cierre definitivo de la tienda de Bershka en Zamora, poniendo fin a la presencia de la marca en la ciudad. Según fuentes cercanas a la empresa, la decisión responde a la falta de rentabilidad del local, un problema que afecta a numerosos comercios en la capital zamorana.
Inicialmente, se había planteado un cierre temporal para realizar una importante reforma en el establecimiento. Sin embargo, el grupo Inditex, propietario de la marca, optó finalmente por cesar la actividad de forma permanente. Esta decisión no solo afecta a los trabajadores del establecimiento, sino que también refleja las dificultades económicas que enfrenta el comercio en Zamora.
El cierre de Bershka en Zamora se suma a una serie de establecimientos que han tenido que cesar su actividad en la ciudad, lo que pone en evidencia un problema estructural dentro del sector comercial local. La estrategia de Inditex, a pesar de los buenos resultados a nivel global, parece priorizar la optimización de los recursos en lugar de mantener presencia en localidades con un menor volumen de negocio.
El impacto de este cierre también abre la puerta a la especulación sobre el futuro del local. Tras la necesaria reforma del espacio, no se descarta la posibilidad de que otra firma del grupo Inditex ocupe el lugar, lo que podría ser una opción para revitalizar la zona comercial.
Este cierre resalta la dificultad que enfrentan las pequeñas y medianas ciudades españolas, donde el comercio local debe lidiar con la competencia del comercio online y los problemas derivados de la disminución del poder adquisitivo. El caso de Bershka en Zamora es solo uno de los muchos ejemplos de cómo las grandes marcas adaptan sus estrategias a la rentabilidad, dejando en el camino a ciertos mercados.