Un 27 de julio de 1962 varias familias se unieron para luchar por los derechos de sus hijos discapacitados. Aquella unión para superar barreras y lograr la integración de unos niños que la sociedad "escondía" pronto se convirtió en Asprosub, una asociación que es una gran familia y que hoy celebró en el Teatro Ramos Carrión sus Bodas de Diamante.
Sesenta años de un camino duro pero gratificante para mejorar la vida de los discapacitados y sus familias que hoy es un referente en Zamora y en Castilla y León. Lo decía Patricio Santana, la cabeza visible y fundador del proyecto, a su llegada al Ramos Carrión: "Nadie pensaba que íbamos a lograr tantas cosas". Pero lo hicieron. Y hoy, unida a Fundación Personas desde 2010, la asociación atiende a 600 personas con discapacidad, 2.500 en Castilla y León, con 3.000 familias y 1.800 profesionales reunidas bajo las mismas siglas.
"Es un día muy emotivo", reconocí a Santana, flanqueado por la consejera de Familia, Isabel Blanco, a la que conoce desde niña y que no quiso perderse este cumpleaños. "Asprosub nació cuando más lo necesitaban las familias zamoranas", señaló Blanco, que recalcó su compromiso con Asprosub y Fundación Personas.
"Nos tendrán a su lado", subrayó la consejera, "con la financiación necesaria para seguir avanzando", pero también apoyando su "proyecto de vida" para que los internos puedan residir en el mismo centro tengan la edad que tengan.
Y ya en el escenario del coso zamorano, los hijos dieron las gracias a esos padres que se unieron en la lucha y abrieron el camino de una sociedad más inclusiva. Manuela Fernández y Eduardo Jimeno reconocieron el esfuerzo y trabajo de sus progenitores, antes de dar paso a un vídeo que resumía las seis décadas de una asociación que ha dejado huella en Zamora.
Al ritmo de Joan Manuel Serrat y su versión de "Caminante no hay camino", Asprosub celebró en familia esos 60 años de "paso a paso" que han culminado en un proyecto donde las personas con discapacidad intelectual demuestran cada día su capacidad para aportar trabajo, ilusión y sueños. La música abrió y cerró el acto.
Primero, el maestro Víctor Carbajo, al piano, inauguró la "fiesta", que cerraron el barítono Luis Santana y el Coro de Amigos de la Ópera.
