Los Reyes Magos repartieron anoche ilusión por las calles de Zamora y antes de regresar a Oriente acompañaron al alcalde de Zamora, Francisco Guarido, al Ayuntamiento para recibir las llaves de la ciudad que abren las puertas de todas las casas. Con esa llave y el "pasaporte de la magia", Sus Majestades pudieron repartir los regalos que deseaban los niños y niñas zamoranos.
Antes, el alcalde se dirigió a los más pequeños, que estaban un poco preocupados por si Sus Majestades no podían llegar a la provincia debido al frío, la lluvia o la niebla. "Pero los Reyes Magos no tienen miedo", señaló Guarido.
El regidor municipal hizo referencia a la situación de pandemia que obligó a los más pequeños a ver a los Magos de Oriente con las mascarillas puestas y guardando las distancias "como nos han recomendado las personas que cuidan de nuestra salud", apuntó el alcalde.
Guarido recordó que este año, como el anterior, sigue siendo distinto. "Desde que el coronavirus llegó a España hemos tenido que realizar muchos cambios en nuestras vidas y los niños de Zamora han cumplido todas esas normas tan exigentes para que el virus no avanzara", dijo. "Sabemos que hasta los más pequeños os habéis comportado como verdaderos héroes", aseguró el alcalde, que agradeció a los niños su comportamiento ejemplar con el que "nos han dado una lección de responsabilidad y solidaridad".
En su carta a los Reyes Magos, el alcalde de Zamora, pidió paz y trabajo para que los jóvenes no se vayan de la ciudad. "Una casa para vivir, una mesa para comer, una escuela, muchos amigos y regalos, no muchos, que hay que repartir con otros niños que no tienen", deseo Francisco Guarido, que también deseó salud para todos.
No quiso terminar su discurso el alcalde sin dar las gracias a todos aquellos que nos han seguido cuidando este año para que podamos "celebrar las fiestas y la vida".
Melchor, el más mayor de los Reyes, dio su agradecimiento al regidor y aseguró que tenían "muchas ganas de ver esas miradas ilusionadas y las sonrisas escondidas tras las mascarillas". Aseguró Su Majestad que "hemos recibido muchas cartas" y preguntó a los niños "¿Habéis sido buenos?". Y pidió que en un lugar visible de la casa, los más pequeños escriban en un folio la palabra ILUSIÓN.
Gaspar destacó la belleza de Zamora. "No hay lugar más hermoso", afirmó, antes de pedir a los niños que "cuiden el planeta". Baltasar pidió leche y comida para los camellos y dijo que todos los niños han sido unos CAMPEONES.
Los Reyes Magos se despidieron dando las GRACIAS a los niños que, en momentos difíciles, "habéis llenado las casas de risas, de juegos y de bizcochos".