Sin vínculos relacionales que les proporcionen un apoyo. Un aislamiento que les hace invisibles sin posibilidad de salir de un círculo de pobreza y exclusión social, así viven las personas que no tienen hogar. Cáritas Zamora ha salido a la calle para recordar que las personas sin recursos son "invisibles", no tienen una "red social" que los sostenga y se encuentran en situaciones de "soledad" y "sin hogar". De esta forma, todos aquellos con historias de dolor y pena detrás, no cuentan con una vivienda, ni tampoco alimentación, estabilidad, sanidad, una familia y empleo.
Así, lo que se quiere, es no dejar "fuera de cobertura" a la realidad que sufren muchos. Una situación que "cada vez es más frecuente" con unas cifras que han aumentado "con creces" este 2023. Personas con rostro e historias que se enfrentan a numerosas dificultades, que no tienen nada. Sin recursos y sin contactos. Y, que también se luche contra los estigmas porque se "sigue creyendo que las personas que viven en la calle son aquellas que sufren adicciones".
Sin embargo, hay mucho más. De hecho, es notable el número de mujeres que demandan los servicios de Casa Betania por separaciones, situaciones de maltrato o la pérdida de empleo. Un lugar que sirve de refugio y que se ha quedado ya sin plazas disponibles. Está lleno porque cada vez hay más dificultades. Este centro de atención integral a personas sin hogar, con dificultad para adquirir una vivienda y vivir de manera autónoma abrió sus puertas en 2021.

La Casa Betania sirve de hogar, de refugio, para muchos que se encuentran sin oportunidades, vulnerables. De hecho, en 2022 atendió a más de 400 personas. Cerca de medio centenar de comidas se reparten al día en este espacio de Zamora. La crisis económica ha empeorado la situación de muchos zamoranos que "no llegan a fin de mes".