Como una estrella de cine. Así llegó el líder de la ultraderecha española, Santiago Abascal, a Zamora, rodeado de guardaespaldas, con gorra y gafas de sol, con el público rendido a sus pies, sin poder avanzar con las peticiones de autógrafos que recibía mientras todos gritaban "presidente, presidente" banderas de España en mano.
La visita del líder de Vox comenzó con un baño de "multitudes" y acabó con la presidenta del partido en Zamora, Marisa Calvo, en el suelo tras sufrir una caída cuando bajaba del atril para escuchar el Himno Nacional con Santiago Abascal y el candidato a las Cortes de Castilla y León, Juan García Gallardo.

Pero Abascal fue el único protagonista. Subió al atril y pidió perdón a los que le jaleaban por no haber visitado nunca Zamora, aunque recordó que su bisabuelo nació en esta tierra. Los zamoranos que se agolpaban en la Plaza de la Constitución se lo "perdonaron" y le ovacionaron sin dejar de ondear las banderas de España y sin dejar de bramar "presidente, presidente", unas expectativas que el propio Abascal se encargó de rebajar al asegurar a su público que, como anuncia el lema de su campaña, "primero la siembra" con propuestas que cambien el rumbo de la política de España.
"No voy a pedir cargos, como otros, que ya piensan en la cosecha; la tarea que se nos presenta es dura porque el éxodo de la juventud en Castilla y León no se va a resolver de la noche a la mañana", apuntó Abascal antes de bajar del atril para escuchar el Himno de España.
El líder de VOX comenzó su discurso criticando el estado de las autonomías que "divide a los españoles, que nos empobrece y que ha acrecentado las desigualdades territoriales " en España. Abascal puso a Zamora como ejemplo de que "la lealtad al proyecto de España ha sido castigada" para premiar "a separatistas y políticos traidores".
Para el líder de Vox, el modelo autonómico ha derivado en la "desindustrialización de la España interior, la falta de infraestructuras y al destierro de la juventud".

Porque Abascal habló sobre todo para los más jóvenes, consciente de que entre el público había muchos chicos y chicas próximos a cumplir la mayoría de edad y les aseguró que " no ha venido a mentirles, ni a darles subvenciones para videojuegos ni para que puedan fumar porros a placer".
"Los jóvenes quieren tener un futuro, formar una familia, un trabajo y vivir allí donde nacieron", vociferó ante los aplausos que "silenciaban" su discurso. Y lanzó un "capote" a la juventud del candidato de Vox a las Cortes de Castilla y León, Juan García Gallardo, abogado y campeón de hípica en Castilla y León", un pasado en lo más alto del deporte que él mismo se encargó de recordar en su discurso cuando rememoró competiciones en Zamora que acababan con "una invitación a arroz a la zamorana en Ifeza". La oratoria del candidato deslumbró a Abascal y en él ve, dijo, "al hijo que ha tenido que emigrar".
También arremetió contra la inmigración como solución para que "nos paguen las pensiones", aunque "acaban recibiendo las ayudas sociales que no llegan a los españoles". Para el líder del Vox, "la culpa no es de los inmigrantes, víctimas de quien los trae y los engaña jugándose la vida, si no de los políticos progres que les traen para llenar de pobreza y delincuencia nuestras calles". Y ante inmigración, Abascal subrayó que Vox elige "natalidad" para que nazcan niños de Castilla y León y puedan quedarse en su tierra.
Y resumió en pocas palabras lo que cree han traído las políticas de PP y PSOE: desindustrialización, abandono del campo, zancadillas a los ganaderos y agricultores, exilio de los jóvenes, políticas de género que "dividen a hombres y mujeres", "lobbies que se meten en las escuelas a enseñar cosas a los niños que no necesitan saber porque se les roba su inocencia" y políticas "falsamente" verdes que "criminalizan" a la ganadería.
Criticó a los "políticos de asfalto" para los que la naturaleza del interior de España es "un parque temático" y apostó por la "soberanía energética". Durante su alocución, no dejó títere sin cabeza, hasta censurar los estados de alarma decretados por la pandemia. "Fueron inconstitucionales y nos robaron la libertad", añadió.
Y aunque criticó al PP por ser la "cara B" del PSOE, partido que considera que ha traicionado a su propios votantes cuando "pactó con terroristas y separatistas para aprobar los Presupuestos de ETA", también hizo un "guiño" a Mañueco de cara a los posibles pactos que vaticinan las encuestas cuando "ironizó" con la posibilidad de que se vuelvan a convocar elecciones en Castilla y León si el Partido Popular no logra la mayoría absoluta. "No se puede actuar en política como un niño caprichoso", reflexionó.