viernes. 19.04.2024

Esta mañana vimos como Jose Manuel Vázquez llegaba a casa, con su alta bajo el brazo y apoyado en su mujer y sus hijos tras 67 largos días con sus noches y celebrando su vida que seguro es nueva. Y nunca mejor dicho a la hora de volver de donde muchos no pudieron. Hoy su mujer Elena otra sufridora en silencio del coronavirus ha querido hacernos llegar esta misiva para que todo el personal de la UCI tenga claro que les deben mucho y que el agradecimiento será para siempre. La UCI es la unidad de la esperanza de cientos de personas que este 2020 especialmente han sido los agraciados con el alta y salida de un servicio de élite dentro del Hospital Virgen de la Concha.

Así reza la carta que nos envía la familia de José Manuel.

"Mi nombre es Elena, soy la mujer de José Manuel, un hombre con 55 años, de profesión veterinario, sin patologías previas, sin medicaciones, hombre fuerte y sano. Y este, es mi mensaje de agradecimiento eterno de mi familia dedicado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen de la Concha de Zamora.

Su caso, como tantos otros, comenzó un 18 de octubre con fiebre, tos seca, falta de olfato y gusto, a los que tras confirmarse su PCR positiva, se sumaron diarrea y una gran sensación de cansancio.

El 23 de octubre lo dejé en Urgencias para que lo valorasen e ir a recogerlo unas horas más tarde, pero tras encontrar una incipiente mancha en el pulmón quedó ingresado en la 4º planta, a la espera de evolución. Tras dos días de hospitalización y coincidiendo con el 7º día desde el inicio de los síntomas, su situación empeoró bruscamente, quedando durante 5 días en soledad con la única compañía de una máquina llamada ONAF, que no le proporcionó el beneficio esperado por insuficiente, situación que aún así no debieron advertir a pesar de su indescriptible sufrimiento, pero de este episodio prefiero no comentar nada más.

El día 30 de octubre, su estado era ya insostenible, ingresando en UCI en condiciones de extrema gravedad. Allí estuvo durante 40 largos días, la mayor parte de ellos en coma inducido y tiempo durante el que planteó todos los problemas posibles derivados de la virulencia con la que le atacó el virus, aún tratándose de una persona completamente sana y sin ningún factor de riesgo asociado. A pesar de todos los inconvenientes surgidos por coagulación sanguínea, inflamación, infecciones varias, sangrados, traqueostomía... los profesionales de la UCI nunca se rindieron, intentando con él todo tipo de técnicas, re-evaluando constantemente datos, solicitando pruebas, cultivos y cualquier otra cosa que pudiera arrojar algo de luz para poder salir de la gravedad en la que se encontraba; aún cuando su pulmón seguía sin responder demandando un flujo de oxígeno del 100% y en un par de ocasiones, estando prácticamente desahuciado.

Por ello, no tengo palabras para agradecer a todo el equipo de la UCI su buen hacer, a los intensivistas, a las enfermeras y enfermeros, a los auxiliares, a los celadores y celadoras, al personal de limpieza... porque nunca tiraron la toalla ni escatimaron en medios materiales y personales hasta lograr su objetivo, y que después de 40 días y de jornadas de trabajo interminables de 24 horas, lograron que ¨Jose, el veterinario" como allí lo llamaban, saliera de peligro.

Tras más de dos semanas en planta, Jose ya está en casa conmigo y con sus hijos.
Con esto, quiero agradecer su magnífico trabajo, su trato profesional y humano y al mismo tiempo, dar un poco a conocer la UCI, la gran desconocida, que, aunque nos asuste, los zamoranos estén tranquilos porque este equipo lo da todo, su desempeño y dedicación es inmenso; a pesar de que por desgracia muchas veces no obtengan el resultado que ellos desean. Tampoco quiero olvidarme de los otorrinos, que se pusieron de inmediato a disposición de UCI para realizar la traqueostomía que se había solicitado y a su enfermera, que hasta el día del alta hospitalaria se ha encargado personalmente del cierre completo de la intervención.

Para finalizar, me gustaría terminar con las palabras que un magnifico intensivista y amigo me dijo cuando mi marido ingresó: "A LA UCI NO SE VIENE A MORIR, SE VIENE A VIVIR".

Eternamente agradecidos."

Un mensaje para dar fin al aciago año que desde el cariño el agradecimiento y la admiración hacia todos y cada uno de los profesionales hacemos extensivo y compartimos a la vez, mil gracias en nombre de la familia de Jose Manuel Vázquez y de todo el equipo de Zamora News, por salvar a tantos y tantos pacientes que vuelven a casa con vida parte de ella os la deben y eso es muy grande y por supuesto de agradecer.

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"A la UCI no se viene a morir, se viene a vivir", el agradecimiento de Elena, la mujer...