Los kioscos han formado parte desde el siglo XX al paisaje urbano de todas las ciudades españolas. Antes había uno en cada esquina y se asociaba con la prensa de papel, las chuches y los snack, pero con la crisis económica de 2008 y la competencia de Internet estos establecimientos comenzaron a cerrar y son pocos los que mantienen el pulso como tales en Zamora.
Pero, en este último año, los kioscos parece que comienzan a resurgir en la capital, aunque con otro modelo de negocio, Ya nadie paga por leer lo que puede buscar en sus teléfonos y ordenadores, pero las golosinas y los productos de snack siguen siendo una alternativa para los emprendedores.
Y uno de ellos abrirá en breve un establecimiento de este tipo en la Amargura, calle que da nombre al local que se ubica junto a la panadería La Tahona. Este kiosko se une al que se abrió a finales del pasado mes de abril en la Avenida de Requejo.