Bajo el suelo de la calle Traviesa hay restos de un sistema de alcantarillado de finales del siglo XIX. La aparición de estos vestigios no ha paralizado los trabajos porque una vez catalogados, Patrimonio, la autoridad competente, ha dado permiso para continuar con las obras, señaló el concejal Romualdo Fernández. Aun así, en las "entrañas" de la obra hay una arqueóloga de forma permanente para controlar el surgimiento de más restos.
Aunque es habitual encontrar restos en las obras que se llevan a cabo en los centros de las ciudades, la aparición en la citada calle de una tajea o atarjea de ladrillo con bóveda de piedra que pertenece a un sistema de alcantarillado construido a finales del siglo XIX, alrededor del año 1.890, según estima el historiador zamorano Florián Ferrero, permite escarbar en la historia y poner de relieve la importancia de la arqueología urbana.
Y según Ferrero, que tiene en la memoria hasta el número del legajo en el que se guardan los planos de la ciudad, este sistema de alcantarillado fue diseñado por Segundo Viloria, nacido en Benavente y el primer arquitecto titulado que trabajó en Zamora, cuyo nombre está ligado para siempre al Mercado de Abastos. Era el abuelo del recientemente fallecido Antonio Viloria, arquitecto municipal durante la etapa de Andrés Luis Calvo como alcalde y uno de los profesionales que diseño el Plan General de Ordenación Urbana.
Aunque cerca de donde se han encontrado los restos hubo un cementerio y hasta una plaza de toros, Florián Ferrero, exdirector del Archivo provincial, asegura que el camposanto, donde hubo enterramientos hasta aproximadamente el año 1.835, se encuentra más hacia la calle San Pablo.
Una vez que Patrimonio ha permitido la continuidad de los trabajos, el concejal de Obras, Romualdo Fernández, añade que también se ha solucionado el problema que planteaba retranquear la tapia de un solar privado que ocupaba parte de la calle Traviesa.
El Ayuntamiento de Zamora ha logrado cerrar un acuerdo con los dueños de las dos parcelas y la tapia ya ha sido derribada. Con esta operación, el Consistorio buscaba ganar espacio a la vía, un objetivo que se enmarca dentro del Plan de Movilidad puesto en marcha por el Ayuntamiento para cumplir la Ley de Cambio Climático en la lucha contra las emisiones.
