El monolito en homenaje a los represaliados por el franquismo, que se levanta frente al Mercado de Abastos de Zamora, se "rodeó" esta mañana con la "esperanza" de lograr un cambio de modelo de Estado más justo con los más desfavorecidos y vulnerables de la sociedad.
Un ramo de flores depositado por la concejala Carmen Turiel acabó con la "orfandad" floral de un monolito en el que pocos reparan. Hoy, fue distinto. Un grupo de republicanos, con el coordinador de IU y alcalde de la ciudad, Francisco Guarido al frente, se concentró en torno a él para celebrar los 91 años de la proclamación de la República, un modelo que permitió "al pueblo tomar las riendas de su destino, que la mujer tuviera derecho al voto, que se despenalizara el aborto o se legislara el divorcio", proclamó Miguel Ángel Viñas, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora.
En una mañana soleada, el monolito simbolizó la reivindicación de una III República como el modelo de Estado de "todos", señaló Viñas, que continuó proclamando los "avances" que trajo al país el primer gobierno republicano: "desde la reforma agraria hasta la educación pública pasando por la igualdad entre hombres y mujeres".
Y rememoró a esos republicanos que lucharon por una "España mejor, por una justicia social que pagaron con cárcel, campos de concentración, trabajos forzosos y muerte". También hubo un recuerdo para los exiliados que lucharon contra la Alemania nazi, contra Franco, "dando su juventud y libertad", aquellos que no pudieron huir de España durante la dictadura y se quedaron en la "clandestinidad" organizando "sindicatos" y luchando por la "libertad".
Y ante ese monolito Viñas censuró a aquellos que hoy quieren "secuestrar la democracia para sus intereses personales" y la utilizan para "justificar un sistema injusto con la mayoría social, con las mujeres, con las minorías, con los pensionistas, con los estudiantes, con la clase trabajadora". Y lamentó que 91 años después "sigamos luchando por los derechos de la mujer, por una sanidad pública de calidad, por la equiparación salarial, por una reforma que no supedite el trabajo de los agricultores a los intereses del mercado", sin olvidar el conflicto del Sahara.
Con aplausos y un "Viva la República" concluyó el acto de reivindicación de una sociedad más justa e igual nueve décadas después.
