La Casita ya no está. El mítico establecimiento de hostelería ubicado en Carrascal fue demolido ante el mal estado que presentaba a causa de los actos vandálicos.
Así desapareció todo un referente de la hostelería de Zamora desde finales de los años 70, cuando un vecino del barrio montó un merendero para que las familias zamoranas tuvieran su espacio de recreo. Aquel merendero se convirtió en el filo de los años 90 en "La Casita", con una cocina más especializada, lugar de culto para todos los zamoranos a apenas cuatro kilómetros de la capital.
Ahora solo queda una explanada y la Asociación de Vecinos de Carrascal pide al Ayuntamiento de Zamora reutilizar la zona para la práctica de deportes de agua.
La asociación también propone organizar campamentos para personas con discapacidad, un proyecto que nunca llegó a buen puerto a pesar de haberse aprobado en los presupuestos participativos del Ayuntamiento. "Quedaron cuatro paredes en pie porque se vandalizó", señala la agrupación de vecinos.
