Si un murciélago entra en tu hogar, lo primero que debes hacer es mantener la calma, ya que estos animales suelen estar más asustados que agresivos. Apaga las luces interiores para guiar al murciélago hacia el exterior, donde las luces externas seguirán encendidas y atraerán al animal hacia la salida.
Abre todas las ventanas y puertas que conduzcan al exterior para facilitar la salida del murciélago. Si el animal está posado y no en vuelo, puedes cubrirlo con una toalla o una caja y deslizar una hoja de cartón debajo para llevarlo afuera. Evita tocarlo directamente y usa guantes si es necesario.
En caso de que el murciélago no logre salir por sí solo o si parece estar herido, es recomendable contactar a un servicio profesional de control de animales o a un experto en vida silvestre para que manejen la situación de forma segura.
Después de que el murciélago haya salido, revisa tu casa en busca de posibles entradas, como grietas o ventanas abiertas, y séllalas para prevenir futuras intrusiones. Recuerda que los murciélagos son beneficiosos para el ecosistema al comer insectos, por lo que es importante manejarlos con cuidado.