Carlos Alcaraz volvió a escribir una página dorada en la historia del tenis. El murciano conquistó su segundo US Open —tres años después del primero— y sumó ya seis títulos de Grand Slam en su palmarés, tras superar en la final a Jannik Sinner. El triunfo, además, le devuelve al número uno del ranking mundial, arrebatándoselo precisamente a su gran rival.
La consagración en Nueva York tuvo eco inmediato en la prensa internacional. Medios de referencia de todo el mundo coincidieron en la magnitud de la hazaña del español, que a sus 22 años ya se consolida como dominador de la nueva era. Periódicos franceses, británicos, italianos, alemanes, portugueses, argentinos y estadounidenses subrayaron tanto la calidad de su juego como el carácter con el que maneja las grandes citas.
En Francia, L’Équipe destacó la variedad y brillantez de su repertorio, describiendo su actuación como una “obra maestra táctica”. El británico Telegraph lo calificó de “demasiado poderoso” para Sinner, mientras que la italiana La Gazzetta dello Sport titulaba con un “Súper Alcaraz” para resaltar que no solo ganó el título, sino que también recuperó el liderato mundial. En Alemania, Bild recordó que esta es ya la segunda vez que el español se corona en Flushing Meadows, tras la de 2022.
En Portugal, A Bola subrayó un dato histórico: Alcaraz se convirtió en el segundo tenista más joven en alcanzar seis grandes, solo por detrás de Björn Borg. En Argentina, Olé lo resumió en una palabra: “Imparable”. Italia, con cabeceras como Tuttosport o Corriere dello Sport, puso énfasis en la derrota de Sinner y en el equilibrio de una rivalidad que ya marca la temporada. El New York Times, por su parte, destacó cómo el español supo variar el ritmo para romper la resistencia del número uno y coronarse otra vez en la pista Arthur Ashe.
La final, resuelta en cuatro sets (6-2, 3-6, 6-1 y 6-4), prolonga una pugna que este año ha dominado el calendario de los grandes. Mientras que Sinner se llevó el Abierto de Australia y Wimbledon, Alcaraz sumó Roland Garros y el US Open. En el cara a cara, el balance ya se inclina de forma clara hacia el español (10-5).