La plataforma de streaming Max ha comenzado a restringir el uso compartido de contraseñas, siguiendo los pasos de otras grandes compañías del sector como Netflix y Disney+. La medida ya se ha implementado en Estados Unidos y todo apunta a que será cuestión de tiempo que llegue a otros mercados, incluida España.
Warner Bros. Discovery, propietaria de Max, ha optado por un modelo similar al de Netflix, que permite agregar un miembro adicional a una cuenta, pero con un coste añadido. En el caso estadounidense, el precio por añadir a un nuevo usuario es de 7,99 dólares al mes, una tarifa que se suma al plan de suscripción contratado, ya sea el Estándar o el Premium.
Esta opción permitirá mantener los beneficios de compartir cuenta, pero ahora bajo un pago adicional. La decisión de limitar el uso compartido ya había sido anunciada por la compañía, que busca maximizar ingresos en un contexto de alta competencia entre plataformas.
El precedente de Netflix dejó claro que este tipo de medidas, aunque impopulares en un principio, pueden traducirse en un aumento de suscriptores. Sin embargo, no todos los servicios han corrido la misma suerte: Disney+ ha experimentado dificultades para mantener su base de usuarios tras aplicar restricciones similares.
Además del cambio en la política de contraseñas, Max ha realizado otros ajustes en su servicio, como la modificación de las condiciones para los suscriptores que se acogieron a ofertas de lanzamiento, quienes han visto reducida la calidad de vídeo al ser transferidos automáticamente al Plan Estándar.
Por ahora, no hay una fecha concreta para la llegada de estas medidas a España, pero la tendencia del mercado indica que es solo cuestión de tiempo.