El sector de la moda continúa atravesando cambios drásticos, y una de las firmas más icónicas de las últimas décadas, Benetton, no ha escapado a esta realidad. La compañía italiana ha anunciado el cierre de 419 tiendas en 2024 como parte de un ambicioso plan de reestructuración, cifra que podría aumentar hasta los 500 establecimientos en los próximos meses. En España, el impacto será notable, con la clausura de 31 tiendas y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 169 trabajadores, aproximadamente el 24% de su plantilla en el país.
La caída de Benetton responde a un escenario económico adverso en el que el sector textil tradicional enfrenta múltiples desafíos. La digitalización del comercio, el auge de la moda rápida y el cambio en las preferencias de los consumidores han debilitado a marcas con décadas de historia. Los datos financieros de la compañía reflejan el declive: en 2023, registró pérdidas de 235 millones de euros, frente a los 81 millones del año anterior, y su deuda asciende a 460 millones de euros. Además, sus ventas han experimentado un descenso del 20%.
Ante esta situación, Benetton ha decidido llevar a cabo un reajuste global para intentar recuperar estabilidad. Sin embargo, el cierre de tiendas y la reducción de personal evidencian la magnitud de la crisis que atraviesa la empresa. Mientras algunas firmas emergentes logran captar la atención de los consumidores con propuestas sostenibles y modelos de negocio más ágiles, Benetton se enfrenta al reto de redefinir su estrategia para seguir siendo relevante en un mercado cada vez más competitivo.