Cada 13 de agosto el mundo celebra el Día Internacional del Zurdo. Aunque hoy la tendencia natural a utilizar la parte izquierda del cuerpo es algo normal, hasta hace pocos años la zurdera era objeto de mitos, estigmas, maldiciones y falsos prejuicios en distintas culturas y los zurdos eran eran obligados a escribir y hacer las cosas cotidianas con la mano diestra en los colegios a golpes de regla o atándoles la mano, en contra de su naturaleza.
Aunque estas discriminaciones y prejuicios parecen sacados de otra época, la generación de nuestros padres recuerda que en España hasta los años 60 no estaba permitido hacer el examen de Bachillerato a personas que no escribiesen con la mano derecha, contra su propia naturaleza. En cualquier caso y a pesar de que los zurdos están normalizados socialmente, en pleno siglo XXI son una población que continúa viviendo en un mundo diseñado para diestros. Para ellos el mundo está al revés.
Objetos cotidianos adaptados como una simple guitarra con las cuerdas y el mástil invertido, el bolígrafo en el lado contrario del pupitre u objetos cotidianos programados específicamente para el manejo con la mano izquierda indican que convivimos con un zurdo. Para los diestros pasa inadvertidos, pero algunos usuarios zurdos indican que incluso en las redes sociales, donde todos somos iguales, no existen los iconos del pulgar hacia arriba en una mano zurda.
Las cifras indican que entre un 8 y un 13% de la población mundial es zurda, si bien y por causas desconocidas el fenómeno es más común en los varones (13%) que en las mujeres (9%). Además, el porcentaje de niños zurdos procedentes de nacimientos múltiples es mucho mayor.
Estudios científicos demuestran además que los zurdos en general son más inteligentes que los diestros y en ciertas profesiones que requieren habilidad manual (ingenieros, pintores o pianistas, por ejemplo, que llegan a perder su zurdera por el manejo de la mano izquierda con la misma destreza que la derecha en el teclado) puede ser incluso una ventaja.
En ciertos deportes como ocurre en el béisbol y en el boxeo, el balomano o el tenis, puede ser ventajoso, así como en el toreo, por poner otro ejemplo, ya que un zurdo siempre tendrá ventaja toreando al natural, considerado el toreo caro.
La leyenda negra
Una leyenda negra de siglos envuelve a los zurdos en numerosas culturas muy distintas entre sí. Históricamente y culturalmente ser zurdo fue considerado en numerosas civilizaciones un estigma como cualquier otra "tara" que hiciese distintos a los hombres.
Es absolutamente coloquial, pero ese lado maldito de la izquierda está aún presente en nuestra cultura con expresiones cotidianas cuando decimos "levantarse con el pie izquierdo", si se ha tenido un mal día; o la simple referencia a que en el Reino de los Cielos los justos están sentados a la derecha del Padre, y no a la izquierda; o un apretón de manos que se considera falso si es dado con la mano izquierda; o la acepción de la misma palabra "siniestro", de significado y connotaciones negativas. Pero estos prejuicios no han sido privativos en los zurdos.
Al igual que ocurría con otro tipo de rasgos diferenciales como ser manco, mudo, bizco, albino, mestizo, tuerto, cojo, tartamudo o deforme, ser zurdo se consideraba como indicativo de castigo de Dios, depravación psíquica o degeneración. A estas personas en lugar de aceptarlos como algo de la propia naturaleza del individuo, iguales en dignidad al resto de la sociedad, se les llegaba a torturar o a apartar socialmente.
Aunque la población zurda continúa inmersa en lo cotidiano en un mundo diseñado para la gente de manejo diestro, este tipo de prejuicios y comportamientos negativos ha desaparecido en el siglo XXI.
Por naturaleza, el corazón late a la izquierda, en nuestro lado zurdo, y también en el lado izquierdo del cerebro residen nuestros sueños y nuestras intuiciones, el lado más espiritual del hombre.