Con el fin del año fiscal a la vuelta de la esquina, todavía es posible tomar medidas para reducir la carga tributaria y optimizar la próxima declaración de la renta. El 31 de diciembre marca la fecha límite para aplicar estrategias que pueden marcar una diferencia significativa en el IRPF.
Entre las acciones más comunes está la inversión en planes de pensiones, una opción que permite desgravar una parte del dinero aportado. Sin embargo, es importante evaluar la rentabilidad de estos productos financieros y considerar alternativas vinculadas a índices bursátiles para maximizar los beneficios.
Para autónomos, adelantar gastos o posponer ingresos puede ser una forma efectiva de ajustar la base imponible. Esta estrategia permite equilibrar los ingresos y gastos entre diferentes ejercicios fiscales, evitando fluctuaciones importantes en las obligaciones tributarias.
Otra posibilidad para quienes invierten en mercados financieros es vender acciones antes de que termine el año, aprovechando así una posible reducción en la tributación por plusvalías. Además, es recomendable revisar todas las deducciones disponibles, como gastos educativos, de vivienda o donaciones, para asegurarse de que se aprovechen al máximo.