Los trabajadores de la planta de Siro en Toro han celebrado dos horas de protesta entre las 13 y las 15 horas de este lunes por el despido de una decena de sus compañeros en respuesta a la negativa del Comité de Empresa de Galletas Siro en Toro a negociar un Plan de Viabilidad que asegura, resulta a todas luces "inaceptable". Los puestos ya han sido ocupados pero los trabajadores teman nuevos despidos ante la actitud adoptada por la empresa.
El Comité se ha reunido este lunes para votar la negociación del convenio de los años 2020 y 2021. Un encuentro que ha vuelto a estar marcado por la tensión y la inmovilidad de las partes implicadas: Cerealto Siro Foods únicamente propone sentarse a negociar el Plan de Viabilidad para poner sobre la mesa algún convenio. "Ya nos habían dicho que el convenido iba vinculado a la mesa de negociación y si no estás en esa mesa ni hay convenido y puede llegar lo que llegue. por el momento hay diez despidos y puede haber más", asegura María José de la Iglesia, presidenta del Comité Siro en Toro.
Por todo ello, el Comité ha acordado convocar una asamblea de trabajadores para el próximo miércoles para someter a votación los próximos pasos a dar. En un momento en el que el miedo por los últimos despidos ha hecho mella, el Comité considera que es importante conocer cuál es el ambiente y la decisión mayoritaria, si pasa por mantener las protestas o en forma de huelga, o bien sentarse a negociar, una última opción esta que apunta María José que también es mala "porque vas a sentarte a perder".
Aunque por el momento se desconocen nuevas fechas, María José de la Iglesia, presidenta del Comité Siro en Toro, no descartó la semana pasada que se repitieran, una decisión que ahora deberán adoptar los trabajadores en esa asamblea. El Comité exige a Cerealto Siro Foods una serie de condiciones antes de sentarse a negociar el Plan de Viabilidad: un plan de mantenimiento de empleo, el cierre de los convenios abiertos desde 2020 y 2021, información sobre los posibles inversores y un plan industrial para cada planta. Unos mínimos sin los que aseguran no se sentarán a hablar, tal y como se adoptó de manera unánime en una reunión con los trabajadores.
Desde la empresa alegan causas organizativas, económicas y de producción, si bien se han producido nuevos contratos para ocupar las plazas vacantes y apuestan por recortar el coste por hora, lo que repercutiría directamente en el salario de unos trabajadores que temen más despidos, teniendo en cuenta que la empresa se está llevando parte del trabajo a la planta de Portugal.
