Hace un mes que llegó a la ciudad de Toro la planta de tratamiento de arsénico, en la que el anterior equipo de gobierno aseguró que la misma semana en la que fuera instalada se podría consumir el agua que sale de los grifos. Desconocemos los motivos reales del porque se ha demorando tanto en el tiempo, los que hicieron que el problema continuara y no se cumplieran con los plazos dichos para ponerla en su pleno funcionamiento y así acabar de una vez por todas con este gran problema que sufren día a día los vecinos desde hace meses.
Durante todo este tiempo se han realizado diferentes pruebas y los niveles de arsénico se encuentran en torno al 5. El actual alcalde de la ciudad, Rafael González, comenta la situación actual: “En estos momentos se está a la espera de que sanidad de el visto bueno y haga los controles pertinentes y necesarios, siguiendo los diferentes protocolos para poder así declarar de nuevo el agua apta para el consumo humano en los hogares de los toresanos y toresanas, cuando nos lleguen estos resultados desde el Ayuntamiento informaremos con la mayor brevedad posible.”