Ahora Decide ha puesto el foco en los problemas que, según la formación, están marcando la ejecución de las obras de humanización de la travesía de titularidad autonómica ZA-712 a su paso por Tagarabuena, en el municipio de Toro. Los vecinos de la zona llevan semanas trasladando su malestar a través de una recogida de firmas que ya ha llegado al Ayuntamiento, donde ha obtenido apoyo institucional ante las numerosas quejas.
Las obras, que se prolongan desde agosto, están generando “molestias constantes” a los residentes, obligados a utilizar accesos provisionales a sus viviendas que, en algunos casos, presentan condiciones que califican de peligrosas. A esta situación se suma la preocupación por la ejecución de unas aceras más estrechas de las previstas en el proyecto inicial, ya que la vía pasará a tener siete metros de ancho en lugar de los seis planteados. Aunque se han proyectado badenes en las entradas al tramo, los vecinos temen que los vehículos puedan acelerar con facilidad una vez superados, incrementando el riesgo circulatorio hasta la plaza.
Otra de las advertencias trasladadas por los residentes tiene que ver con la altura de las nuevas aceras. En determinados puntos, esta elevación podría dejar a algunas viviendas por debajo del nivel de la calle, lo que implicaría riesgo de entrada de agua al interior en episodios de lluvia si no se corrige durante la obra.
Sin embargo, la queja más reiterada continúa siendo la lentitud en el avance de los trabajos. Desde Ahora Decide consideran que el ritmo debería ser “mucho mayor”, especialmente por tratarse de una carretera considerada fundamental para la comunicación en la comarca.
A ello se une el desvío alternativo habilitado mientras duran las obras, que discurre por caminos de tierra con numerosos baches. Los usuarios denuncian que el trazado es “impracticable” y afecta tanto a los habitantes de Tagarabuena como a los de localidades cercanas como Villardondiego.
Las molestias derivadas de cualquier obra pública son inevitables, señalan desde el partido, pero insisten en que deben minimizarse y acompañarse de soluciones que reduzcan el impacto en el día a día de la población afectada.
